El cuerpo de Sergio Requena, al que medios aéreos y terrestres buscaron durante varias horas, fue localizado a ocho kilómetros del camping del Teuralet, en la pedanía de Navalón, en el término de la población valenciana de Enguera, donde estaba de viaje de fin de curso en un campamento de Asindown.
Según informó entonces la Guardia Civil, el cadáver del joven fue encontrado con la misma ropa que llevaba cuando desapareció y un casco de alguna actividad que pudiera haber estado realizando cuando desapareció.
El sobreseimiento del caso fue acordado el pasado mes de octubre, en un auto, por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Xàtiva, según han informado este martes fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
La Audiencia Provincial de Valencia, en un auto dictado el pasado 25 de julio, ha admitido parcialmente el recurso presentado por la familia de la víctima, personada como acusación particular, y ha revocado la decisión del juzgado de Xàtiva.
La Audiencia considera que no se puede descartar una «negligencia» en el cuidado de la víctima, en «la demora en detectar» su ausencia o en la «organización y desarrollo de la actividad» donde se produjo su muerte.
Igualmente, los magistrados acuerdan que se practiquen diversas diligencias de investigación como la toma de declaración de dos testigos o un análisis del grado de autonomía personal que tenía el fallecido.
La Sección Tercera de la Audiencia resuelve así la reapertura de las diligencias previas sobreseídas y mantener en ellas la condición de investigadas respecto a seis monitoras del campamento.
En declaraciones, la abogada de la familia del joven, Virginia Masià, ha celebrado la decisión de la Audiencia ya que la familia pide que se asuman las responsabilidades por la muerte de Sergio y que se investigue a las personas que tenía «el deber de vigilar» al joven.
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