Según han informado fuentes cercanas al caso, una vez analizado el domicilio donde ayer fueron localizados los cadáveres de la pareja, con evidentes signos de violencia, pierde fuerza la hipótesis de un robo violento, ya que no se han localizado pistas que apunten en esta línea.
La pareja llevaba varios días muerta en su vivienda, situada en el piso 6º-2ª del edificio situado en el número 34 de la calle Mossèn Amadeu Oller de Barcelona.
En el marco de su investigación, que sigue bajo secreto de sumario, los Mossos d’Esquadra mantienen abiertas otras hipótesis, entre ellas que se tratara de un suicidio acordado entre ambos o un caso de violencia machista y posterior suicidio por parte del autor del crimen, según las fuentes.
El aviso lo dieron unos vecinos, ya que desde hacía días sentían un fuerte olor procedente del interior del piso de los fallecidos, a los que además hacía días que no veían.
Tras la alerta de estos vecinos, la policía localizó a un hijo de las víctimas que acudió para abrir la puerta y encontró los cuerpos sin vida del matrimonio a las 23.55 de anoche.
Estrella Digital