Según han informado fuentes cercanas al caso, la investigación comenzó este verano cuando la víctima, José Manuel G.G., denunció a la Guardia Civil que un hombre (el sicario) se había puesto en contacto con él y le había desvelado las intenciones del exagente.
Para hacer su «trabajo», el sicario, A.T., un marroquí de 34 años y también ya detenido, pidió al exagente 15.000 euros en un primer pago y otros 30.000 cuando acabara su misión.
Sin embargo, el marroquí traicionó al que le había contratado, ya que después de recibir los 15.000 euros iniciales avisó a la que iba a ser su víctima de los planes del ex-guardiacivil.
Y no solo eso. Si le pagaba 3.000 euros, le entregaría la grabación en la que el agente retirado solicitaba sus servicios.
José Manuel G.G., al que su ex-mujer y sobrina del agente había denunciado por malos tratos, concertó una cita con un compinche del sicario para escuchar la grabación y después acudió a la Guardia Civil para denunciar el caso.
Tras una serie de pesquisas, que comenzaron en agosto, la Guardia Civil ha detenido esta misma semana en la vecina localidad de Quintanar de la Orden al ex-agente, jubilado por incapacidad física en acto de servicio, por un delito de conspiración de homicidio doloso.
Los investigadores tratan de averiguar si el propósito de los detenidos era atentar contra el hombre, que como agricultor pasa parte del día en el campo, y hacer parecer que se había suicidado para no levantar sospechas en un municipio de apenas 3.000 habitantes.
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