En el banquillo de los acusados se sentará el dueño de la finca, David Serrano, que se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, aunque los padres elevan a tres años y seis meses su petición al apuntar a una negligencia «extremadamente grave».
La vista oral se desarrollará en la sala cuatro, donde ya se han celebrado otros macrojuicios como los de Malaya, Minutas y el caso Pantoja.
Hay acreditados ochenta periodistas de treinta y cuatro medios de comunicación por la trascendencia mediática que supuso, en enero del año pasado, el rescate de Julen durante doce días y once horas tras su caída a un pozo de casi 110 metros de profundidad.
Fuentes judiciales han indicado que el primer día está previsto que declare el acusado y seis testigos, entre ellos los padres del pequeño Julen.
En la fase testifical también está previsto que declare el hombre que construyó el pozo, los senderistas que pasaban por la zona cuando el pequeño cayó, además de varios médicos forenses y el coordinador del operativo de rescate, Ángel García Vidal y los mineros de Asturias que participaron.
El procesado intentó desviar su responsabilidad acusando en primer lugar al empresario que hizo la prospección, posteriormente afirmó que el equipo de rescate pudo causar lesiones a Julen y más tarde acusó al padre de Julen, José Roselló, de no decir la verdad, ya que mantiene que lo avisó del peligro.
El pequeño fue rescatado sin vida el 26 de enero a las 3:29 horas de la madrugada y la causa de su muerte fue por los traumatismos que sufrió al caer al pozo, según las autopsias.
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