Las diligencias incoadas a este hombre, de 26 años, señalan que agentes de la Policía Local de Molina de Segura procedieron a su detención tras la denuncia de unos vecinos que aseguraban que estaba rompiendo los espejos retrovisores de varios coches aparcados en la vía pública.
Tras ser trasladado a las dependencias de la comisaría de la localidad, los agentes trataron de buscarle alojamiento en algún albergue, pero sin conseguirlo solicitaron al juzgado de guardia, debido a la situación generada por el estado de alarma, dejarlo en libertad mientras se tramitaba el proceso.
El juzgado accedió a ello, pero una vez en libertad, el arrestado, S.A., natural de Túnez, pidió de forma insistente a los policías que lo volvieran a detener, ya que no quería estar en la calle.
Los funcionarios policiales trataron de convencerle de que estaba en libertad, por lo que debía abandonar la comisaría, pero nada más abandonar estas dependencias pidió a gritos que lo detuvieran de nuevo, y para conseguir su propósito dio patadas en las puertas, con lo que consiguió forzarlas y volver a su interior.
Una vez dentro, según las diligencias, se mostró muy violento e intentó dar un cabezazo a un agente.
El detenido ha ingresado en prisión por un auto dictado este jueves por el juzgado de guardia de Molina de Segura, que ha abierto un proceso contra él como presunto autor de un delito de daños y otro de atentado a los agentes de la autoridad, además del que ya tenía incoado por los desperfectos causados en los coches.
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