Las diligencias señalan que el caso llegó a un juzgado de instrucción de guardia, que ha acordado el archivo del procedimiento porque el menor no quiso ratificar su denuncia para no perjudicar al padre.
El atestado contiene varias fotografías hechas al joven en el momento de presentar la denuncia, en las que se advierten lesiones en cuello, espalda y en una pierna.
El menor aseguró a los agentes que recogieron su denuncia que hace alrededor de un mes, al estar acabando los estudios de Bachillerato y tener que tomar una decisión en cuanto a si quería ir a la universidad, terminó confesando a sus padres que quería encauzar su futuro hacia la música.
Aunque en un principio parecían aceptarlo, pronto comenzaron las discusiones, ya que los progenitores le insistían en que hiciera una carrera universitaria, ya que habían invertido mucho en su formación, mientras que él se mantenía en su decisión de ser músico.
También le insistieron en que lo que podía hacer era elegir una titulación universitaria y, al mismo tiempo, con carácter secundario, dedicarse a lo que considera que es su vocación.
El incidente ocurrido ahora, en el que el menor resultó con lesiones de las que fue atendido en un centro médico, se inició en la cocina de la vivienda familiar, cuando la madre consideró que le había faltado al respeto al abrir una nueva discusión por el mismo tema.
Fue entonces cuando, siempre según la denuncia, hizo acto de presencia el padre, quien le habría golpeado allí mismo y luego en el dormitorio en el que el chico se había refugiado.
Las diligencias también señalan que el denunciado compareció de forma voluntaria en comisaría, aunque no se consideró necesario dejarlo detenido al no tener antecedentes y no existir indicios de que pudiera fugarse, aunque se le advirtió de que debía comparecer en el juzgado de guardia el día que le indicarían.
El juzgado ha acordado el archivo del procedimiento porque el menor no quiso ratificar su denuncia, ya que, como había manifestado desde el primer momento a los agentes, no quería causarle mal alguno, solo que no le volviera a golpear, como, aseguró, había ocurrido también en ocasiones anteriores a esta última.
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