El supuesto cocodrilo fue avistado en la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga, en la zona de Pesqueruela del referido término vallisoletano y hoy, el jefe del Servicio de Rastreo Forestal de la Asociación Chelonia, Fernando Gómez, ha asegurado que los indicios observados hasta ahora en el lugar donde varias personas han dicho haber visto al animal no corresponden a un reptil de gran tamaño.
Rastreando, leyendo el terreno, no hay indicios de un reptil grande, pero «eso no significa que no esté», ha manifestado Gómez en declaraciones a los periodistas.
El experto ha efectuado este lunes un reconocimiento de la zona, en concreto el área de Pesqueruela, en la confluencia del Duero y el Pisuerga, junto a integrantes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
Acerca de si puede tratarse de un cocodrilo del Nilo, como apuntó un especialista en biología, ha considerado que las condiciones para su vida en esta zona no son las ideales, a la vez que ha matizado que no se sabe cuanto tiempo puede llevar en este área.
Los cocodrilos son adaptativos, llevan millones de años en la tierra, pueden aguantar sin comer, son huidizos, se pueden mover y se ocultan bajo el agua, ha manifestado el experto, sin que haya podido certificar hasta ahora si el animal está o no en Pesqueruela.
Ha explicado que se han encontrado restos de un pez depredado por una nutria y rastros humanos del paso y la apertura de vegetación que suelen llevar a cabo los pescadores.
Los indicios llevan a fauna local, ha detallado Gómez, quien ha desechado haber encontrado por el momento algún nido, que estos reptiles suelen situar en superficie o bajo tierra para poner huevos.
Durante el pasado fin de semana varias personas manifestaron haber visto un cocodrilo en esa la zona del río, lo que motivó que la Guardia Civil y la Policía Local de Simancas emprendieran la búsqueda del animal, para lo que ayer contaron con el apoyo de un dron, según explicaron fuentes de la Policía Municipal.
Fernando Gómez ha manifestado que continuará trabajando mañana con las Fuerzas de Seguridad para tratar de encontrar indicios de la presencia del animal.
Los expertos pretenden rastrear la zona con precaución para evitar que el animal se desplace fuera del área de unos cinco kilómetros en la que se considera que se mantendrá, si no es molestado, para facilitar su captura.
Ante la situación generada por el avistamiento del cocodrilo, los alcaldes de las poblaciones vallisoletanas de Tordesillas, San Miguel del Pino y Villamarciel emitieron sendos bandos municipales para alertar a la población de la posible presencia del cocodrilo a las orillas del río.
«Peligro por la existencia de un cocodrilo en la ribera del río Duero», se puede leer en el bando del alcalde de la entidad local menor de Villamarciel, Francisco Luengo.
Avisa además el bando de que el animal, que puede haberse escapado de alguna vivienda cercana al río donde lo tuvieran como mascota, «podría resultar muy peligroso» para las personas, por lo que se ruega a la población que, hasta su captura, se extreme la precaución y no se acerquen al río, especialmente pescadores y piragüistas.
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