La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio de Izzadine B., para quien el fiscal pide en sus conclusiones provisionales siete años de prisión por delito de adoctrinamiento yihadista y que fue arrestado en diciembre de 2018 por captar adeptos entre la comunidad argelina vasca desde su posición de presidente de una asociación cultural islámica.
Según han declarado varios policías nacionales un agente de la Policía que se hacía pasar en Facebook por una mujer musulmana en el marco de otra investigación contra el terrorismo yihadista contactó de forma casual con el acusado, que intentó captarle para la causa del Dáesh.
Han relatado que en las conversaciones que mantuvo a través de Facebook y Whatsapp manifestaba tener conocimientos de rutas para acceder a la zona de conflicto en Siria y reflejaba una gran radicalidad.
El acusado lo ha negado y ha asegurado que cuando la mujer le comunicó que quería ir a Siria para combatir con el Estado Islámico la convenció para que no lo hiciera y le indicó que fuera a Vitoria con él.
Ha añadido que su intención realmente era denunciarla ante la Ertzaintza y ante la Embajada de Argelia cuando llegara a Vitoria o si finalmente decidía viajar a Siria.
El acusado ha insistido en que las conversaciones que tuvo con ella sobre el Estado Islámico era «para seguirla la corriente para denunciarla» después.
Y ha asegurado que la asociación que presidía en Vitoria era de carácter cultural «para la convivencia».
Uno de los policías que ha testificado ha recordado que el acusado ya tuvo algún incidente con agentes de Fronteras que fueron a identificarle por un expediente de expulsión que tenía abierto, momento en el que «salió con un cuchillo al balcón y les amenazó».
Varios agentes han testificado que durante el tiempo en el que le estuvieron investigando adoptaba muchas medidas de seguridad para dificultad los seguimientos como conducir en dirección prohibida y dar vueltas en rotondas y cuando caminaba pararse de repente para controlar quién le seguía.
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