Gochicoa les ha expuesto que las conclusiones del informe determinan que existió sobrecarga de tierra y que ésta superaba “una cantidad muy apreciable” respecto a la prevista en el proyecto inicial, sobre todo en una zona en la que había un salto entre lo que serían los dos forjados que se encontraban a diferente cota, y en donde existía una diferencia adicional de unos setenta centímetros que incrementaban el volumen de cargas, derivado de que se optó por rellenar de una forma uniforme.
Al margen de que la sobrecarga sea la causa principal del derrumbe, Gochicoa ha señalado que también ha existido «algún pequeño defecto adicional» que ha podido incrementar el riesgo, como es el caso de dos oquedades en sendos pilares, uno de ellos en la zona en la que se encontraba la mayor carga previsible y que, «aunque no hubieran supuesto una situación de riesgo en condiciones de carga normales, ha podido colaborar en ese factor de riesgo dentro del derrumbe».
Por lo tanto, y una vez determinado que son las cargas, tanto por el volumen como por la densidad de los materiales empleados, que «era superior a la que estaba contemplada en el proyecto», José Luis Gochicoa ha informado a los afectados sobre la redacción del proyecto de construcción de la nueva losa que se tiene que “volver a recuperar”, documento que se encuentra “muy avanzado”.
Estrella Digital