La fiscal de Extranjería de Barcelona, Pilar Izaguerri, ha alertado que desde hace dos o tres años las redes de tráfico de seres humanos están ampliando sus actividades ilícitas, hasta ahora centradas fundamentalmente en la prostitución, y explotando a menores a los que captan en sus países de origen, con falsas promesas de una vida mejor en España.
Actualmente, hay dos investigaciones judiciales en Barcelona contra redes internacionales que se sospecha introducen en España a menores de edad para obligarlos posteriormente, bajo severas amenazas, a cometer pequeños hurtos en las zonas turísticas de la ciudad o a vender drogas al menudeo.
A esas dos se suma otra investigación judicial, ya en su recta final, contra una banda que explotaba a migrantes para explotarlos mendigando. Para ese tipo de actividades, sostiene Izaguerri, las redes suelen escoger a menores, pero también a personas con patologías físicas cuya imagen pueda generar «lástima».
El año pasado, se dictaron sendas condenas contra una banda que explotaba a menores «sin papeles» para hurtar en el metro de Barcelona y contra una red que utilizaba a niños para practicar la mendicidad.
En su mayoría, las víctimas de ese tipo de redes son migrantes, pero, según la fiscal, también se han descubierto casos de «tráfico interno», con personas de nacionalidad española.
La explotación sexual sigue siendo, no obstante, la principal actividad ilícita del tráfico internacional de seres humanos: en Barcelona, hay una treintena de investigaciones en marcha sobre organizaciones que introducen a mujeres migrantes en España para obligarlas a prostituirse en condiciones de esclavitud, sometiéndolas a un control absoluto y obligándolas a entregar sus beneficios a los proxenetas.
Para combatir el tráfico internacional de menores migrantes, Izaguerri propone ampliar a otros supuestos los protocolos marcos que ahora se utilizan contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Además, reclama que la previsión legal que permite suspender durante 60 días los trámites de expulsión de las mujeres víctimas de trata si acceden a denunciar se pueda aplicar también a otros migrantes que son explotados laboralmente en España, tras ser introducidos en el país bajo engaños.
En Barcelona, está en marcha una investigación judicial sobre una red de explotación laboral de trabajadores migrantes -con salarios ínfimos, horarios excesivos y encerrados en talleres en condiciones insalubres-, pero Izaguirre augura que pronto serán más, dado que Fiscalía y policías están centrando sus esfuerzos en desarticular a redes de ese tipo.
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