En una sentencia, la Sección Tercera de la Audiencia desestima así el recurso contra el fallo interpuesto por Alonso Belza, cuyo letrado defensor, Juan Román Zubillaga, ha anunciado que llevará el caso ante el Tribunal Supremo.
El pasado septiembre, el juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián impuso a Miguel Alonso 8 meses de prisión por un delito de coacciones leves, 16 meses por un delito de maltrato habitual, 4 años y 6 meses por seis delitos de maltrato no habitual, y otros 6 meses de cárcel por un delito de lesiones.
Para ello, este juzgado otorgó total credibilidad al relato de la víctima, quien describió en su denuncia y en el juicio oral numerosos episodios de agresiones físicas infligidos por el letrado a partir de que ella decidiera poner fin a su relación, en el año 2016.
El juez entendió además que el abogado merecía «el mayor de los reproches penales, porque en todo momento fue consciente de la ilicitud de su conducta, en su condición de abogado especializado en la materia»
En una nueva sentencia, la Audiencia de Gipuzkoa vuelve a confirmar la validez del testimonio de la víctima para condenar al letrado, además de considerar que durante el juicio se practicó «prueba suficiente» y «legalmente obtenida» como para «enervar» su presunción de inocencia.
Alonso Belza es conocido por haber representado a la familia de Nagore Laffage, víctima de un asesinato machista en Sanfermines de 2008, además de haber sido abogado del turno de oficio de Violencia Contra la Mujer de Gipuzkoa y haber participado en diversos asuntos judiciales de relevante eco mediático en el País Vasco.
Además del fallo conocido hoy, la Audiencia de Gipuzkoa ha confirmado este mismo mes otra condena a Alonso Belza a nueve meses de prisión, por quebrantar la orden de protección que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer había dictado en favor de su exnovia, al acudir al centro deportivo que la mujer frecuentaba, aunque este asunto ha sido recurrido ante el TS.
Precisamente, el Tribunal Supremo deberá pronunciarse también sobre una tercera condena al letrado donostiarra, en esta ocasión a diez meses de reclusión, por un segundo quebrantamiento, motivado por varias llamadas telefónicas a su exnovia y mensajes que el acusado le hizo llegar mediante una tercera persona.
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