La directora del complejo petroquímico de Repsol ha destacado este martes en una rueda de prensa que «toda la emergencia estuvo confinada en dos tanques dentro de un cubeto, y el resto de instalaciones no sufrieron ningún daño y no hubo situación de peligro ni para los trabajadores ni para la población».
En cuanto al origen del incendio, ha considerado «un hecho extraordinario» lo ocurrido, ya que aunque se atribuyó en principio al impacto de un rayo en uno de los tanques, el complejo «cuenta con sistemas de protección adecuados para una meteorología de tormenta como la que se produjo ayer», que en este caso tuvo un fuerte aparato eléctrico.
Por este motivo, la compañía ha puesto en marcha una investigación que, según la directora del complejo industrial de Puertollano «debe llevarnos a la conclusión de cuáles fueron las causas que concurrieron, en medio de una importante tormenta eléctrica, para que se produjera el incendio» .
Y ha añadido que «esa investigación debe llevarnos a determinar las raíces y a afrontar las oportunidades de mejora para que no se vuelva a producir».
Asimismo, Juárez ha señalado que a pesar de la espectacularidad del siniestro, que generó una gran columna de humo que pudo ser vista en Ciudad Real, a más de 30 kilómetros de distancia, no hizo falta desalojar el complejo petroquímico, aunque si fueron suspendidas las actividades de mantenimiento, según el protocolo.
Juárez ha hecho estas consideraciones tras la reunión que ha mantenido este martes la comisión de seguimiento del Plan de Emergencia Exterior de Puertollano (PEEP), que se elaboró hace unos años tras el accidente que se produjo en la planta de Repsol el 14 de agosto de 2003, cuando hubo una explosión en la Unidad 100 del complejo petroquímico que ocasionó la muerte de nueve trabajadores y causo heridas a otros veintidós.
Este lunes ha sido la primera vez que el PEEB se ha aplicado en un siniestro real, aunque desde 2006 se vienen realizando simulacros para actuar ante posibles accidente químicos, lo que ha permitido «actuar por primera vez de manera real, coordinada y efectiva», han destacado en la rueda de prensa la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, y el director general de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha, Emilio Puig.
Ambos han agradecido el ejercicio de «colaboración y coordinación» de todas las fuerzas de seguridad, servicios sanitarios y de emergencias, y Rodríguez ha valorado que el siniestro se quedó «solo en una seria amenaza», porque «funcionaron todos los sistemas de emergencia y los protocolos de intervención».,
En este sentido, Rodríguez ha señalado que este año «toca» revisar los mecanismos y protocolos del PEEB, por lo que representantes de empresas, instituciones y entidades que forman parte de la comisión de seguimiento han acordado volver a reunirse para añadir aquellos aspectos críticos que se hayan podido detectar en este suceso , y que sean susceptibles de mejora en caso de una nueva actuación.
Por su parte, Puig ha aclarado que el PEEB se activó en el nivel 1, en el que la actuación es más de prevención que de confinamiento, de ahí que no sonaran los postes de sirenas distribuidas por Puertollano, cuando giró el viento que hizo modificar la dirección de la columna de humo hacia la ciudad.
Estrella Digital