Según han informado fuentes de la Policía Nacional, de esos seis, dos han ingresado en la cárcel sin fianza y otros tres podrán abandonar la prisión si abonan una caución.
El juez ha impuesto a 16 de los detenidos la prohibición de residir en la isla con un plazo de cinco días para salir de ella, y otros 4 también tendrán que abandonar Mallorca si no acreditan arraigo en los próximos diez días.
Ocho arrestados más, detallan las fuentes, han quedado en libertad con comparecencias periódicas ante el juzgado.
La delegada del Gobierno en las islas, Aina Calvo, ha destacado la importancia de esta nueva operación policial contra el crimen organizado.
«Este operativo de la Policía Nacional contribuye a hacer de nuestra comunidad autónoma un destino seguro, ya que repercute y beneficia tanto a los turistas que nos visitan como a la ciudadanía y comerciantes de Mallorca», ha subrayado Calvo.
Las detenciones se produjeron el pasado martes en una intervención a gran escala llevada a cabo en Palma para desarticular la banda.
En la redada desarrollada en la capital balear se practicaron además una veintena de registros domiciliarios en distintos barrios de la ciudad.
Según se ha conocido hoy, un juez de instrucción de Palma emitirá asimismo órdenes europeas de detención y entrega contra 18 presuntos integrantes de la red.
Según la Policía Nacional, los investigadores han podido determinar que esta organización criminal, integrada por personas de origen rumano, habría remitido a su país 1,6 millones de euros en efectivo y se le atribuyen hurtos de carteras y otros efectos de valor por los que podrían haber acumulado en una década un botín de 12,5 millones de euros.
Además de los hurtos, de los que principalmente eran víctimas turistas que visitaban Mallorca y otros destinos vacacionales de España y Europa, el grupo cometía robos por encargo en establecimientos comerciales, han constatado los agentes al cargo de la investigación.
Las pesquisas, en las que la Policía Nacional ha tenido la colaboración de la Policía Local de Palma, se iniciaron por el aumento de denuncias de sustracciones de carteras, mochilas, tarjetas de crédito y teléfonos móviles en zonas de gran afluencia de turistas de Mallorca como la Playa de Palma, el entorno de la catedral y el castillo de Bellver, los autobuses de la capital y otras localidades de la isla como el puerto de Alcúdia, Valldemossa y Sóller.
Los detenidos, que han pasado esta mañana a disposición judicial, trataban de limitar el castigo a sus delitos en caso de ser detenidos sustrayendo cantidades inferiores a 400 euros sin emplear violencia ni intimidación.
AM