Eugenio Delgado, presunto autor de la muerte de Manuela Chavero, siempre está cerca de mujeres que fallecen accidentalmente, primero la compañera de su padre, Carmen, que falleció hace seis años por un golpe en la bañera y que casualmente encontró él tras la excusa de no acompañar a su padre por sentirse mal y quedarse con su madrastra en casa a solas, la segunda muerte fue la de la muy buscada en Monesterio, Manuela, que según la versión de Eugenio en un forcejeo por motivo de una cuna, ella se cayó golpeándose en la cabeza y muriendo en el acto.
Pero nadie cree lo que dice Eugenio, el primero el Juez instrucción de Zafra que lo mandó a prisión provisional sin fianza por homicidio y detención ilegal.
Tanto la UCO como los vecinos del pueblo creen que en el asesinato de Manuela existe un motivo sexual aparte de que los forenses no han encontrado lesión alguna en su cráneo.
En el caso de la madrastra su familia nunca creyó la versión de la caída accidental, siempre sospecharon de la autoría de Eugenio, pero como consecuencia de la tragedia cuando quisieron hacer algo el cuerpo de Carmen ya había sido incinerado.
Después de todo lo acontecido están todavía más convencidos de que este hombre tuvo que ver en la muerte de su familiar y exponiéndoselo todo a la Guardia Civil estos han abierto una investigación en profundidad.
Ambas mujeres han reposado durante todo este tiempo juntas, en la misma finca, pues las cenizas de Carmen se depositaron en el mismo lugar donde encontraron los restos de Manuela.
M.M.