Según explica el escrito de la Fiscalía, el acusado -en prisión desde el 5 de abril de 2019 y que tenía 22 años cuando ocurrieron los hechos- mantenía desde 2018 una relación sentimental con la víctima, de 26 años, con quien compartía domicilio en Vinaròs.
Siempre según el fiscal, los hechos ocurrieron el 17 de febrero de 2019, cuando la pareja volvió al domicilio sobre las 4.00 horas de la madrugada tras haber mantenido una discusión en una discoteca.
A las 4.40 horas, tras una nueva discusión, el acusado golpeó en varias ocasiones a la víctima y se fue de nuevo a la discoteca, a la que acudió ella poco más tarde tras haberse peinado y cambiado de ropa. A las 6.00 horas ambos volvieron de nuevo a su domicilio.
Una vez en la casa, el acusado, con el ánimo de acabar con la vida de su pareja, y de manera sorpresiva, la golpeó varias veces en la cabeza y en diferentes partes del cuerpo causándole numerosas lesiones graves que le causaron la muerte, según el escrito de la Fiscalía.
Posteriormente, entre el 17 y el 21 de febrero el acusado, junto a una tercera persona no identificada, procedió a descuartizar el cadáver y se deshizo de los restos mortales transportándolos hasta una finca rústica en Ulldecona (Tarragona) donde los enterró.
La denuncia de la desaparición de la joven se interpuso el 7 de marzo y se inició una investigación que dio como resultado la detención del presunto asesino el 5 de abril, mientras que el cuerpo de la joven fue finalmente localizado el 7 de abril.
La Fiscalía pide una pena de 25 años de cárcel y una indemnización para la familia de la víctima de 210.000 euros. EFE
M.M.