La víctima, de 48 años, manifestó a los agentes que «nunca salió del recinto de la casa» -una vivienda con parcela y piscina- porque estaba coaccionada y que, «aunque no estaba encerrada con llave, la tenían atemorizada», han precisado a Efe fuentes del instituto armado.
Según un comunicado de la Guardia Civil, había sido engañada por estos dos compatriotas, un matrimonio de empresarios que ha sido detenido por un presunto delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, que la habían traído a España con la falsa promesa de contratarla como empleada de hogar, lo que le permitiría solicitar un permiso de residencia en nuestro país.
Tras recuperar la libertad, la mujer ha sido puesta en contacto con una ONG de ayuda a las víctimas de la trata de personas y en la actualidad se encuentra residiendo en una casa de acogida.
Cuando fue liberada por los agentes presentaba un evidente estado de desnutrición. En sus declaraciones afirmó que, a pesar de haber sufrido varios desmayos debido a la falta de alimento, le habían negado en todo momento ser atendida por un médico.
También aseguró que la escasez de comida era tal que, desde que fue privada de su libertad y tras su liberación, había bajado de peso más de 20 kilos.
La investigación se inició a raíz del testimonio de un ciudadano, que acudió a la Guardia Civil para informar de que una mujer estaba retenida en contra de su voluntad desde hacía más de un año en una casa de la localidad de Agost.
Según el relato de esta persona, la salud y la seguridad de la mujer podrían estar en grave peligro.
El equipo de Mujer-Menor (EMUME) de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante se hizo cargo de la investigación y averiguó que los presuntos autores habían traído a la víctima bajo engaño, aprovechándose de su situación de necesidad y precariedad, con la promesa de proporcionarle un contrato de trabajo en las tareas del hogar.
Una vez en el país, el matrimonio le retiró el pasaporte y la alojó en el garaje de la vivienda en la que residía.
«En unas condiciones de habitabilidad infrahumanas», según el instituto armado, los dos detenidos pusieron una cama e improvisaron un aseo en el garaje, que no contaba con ningún tipo de ventilación y donde el cableado de suministro eléctrico de la vivienda, al descubierto, cruzaba la estancia colgando del techo.
La hacían trabajar sin descanso durante los siete días de la semana, ocupada en las diferentes tareas del hogar, en la residencia de la pareja. El sueldo prometido nunca se llegó a materializar.
En contadas ocasiones, salía al exterior, siempre acompañada para que no pudiera escaparse.
En un momento dado, la mujer consiguió comunicarse a través de Internet con un familiar, al que le explicó lo que estaba pasando. Fue éste quien inició los pasos necesarios para pedir auxilio.
A los arrestados, un hombre de 50 años y una mujer de 44, se les imputan un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, un delito de detención ilegal y un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, según la Guardia Civil.
Tras ser puestos a disposición judicial han quedado en libertad vigilada con cargos. EFE
M.M.M.