Según ha informado la policía catalana, la investigación, liderada por el juzgado de instrucción número 4 de Badalona (Barcelona), se remonta al pasado año y se ha dividido en tres fases con el objetivo de desarticular a dos bandas dedicadas al tráfico de drogas y armas, que también blanqueaban capitales con las ganancias que obtenían.
Las indagaciones permitieron conectar la actividad delictiva de dos organizaciones emparentadas desde hace generaciones, Los Manolos de La Mina y Los Mulatos de la Zona Franca, del clan principal de la familia Jodorovich, conocida históricamente por sus vínculos con el negocio del narcotráfico en Barcelona y Sant Adrià de Besòs.
Los investigadores creen que el vínculo entre ambos clanes se ha mantenido a lo largo de los años gracias al fuerte control territorial y a la ausencia de enfrentamientos, lo que les ha permitido reforzar su hegemonía frente a otras bandas rivales, sobre todo en lo referente al tráfico de marihuana.
Los dos clanes se organizaban de forma piramidal, con los respectivos líderes al frente, siempre miembros de las familias que centralizaban las órdenes; en el siguiente escalón se situaban personas de la máxima confianza, ejecutores directos de las ventas de armas y drogas, que cobraban comisiones por las transacciones y por debajo los colaboradores, que a menudo tenían la función de guardar la mercancía o cultivar la marihuana.
La primera fase de investigación, que culminó el 2 de julio del pasado año, se centró en el clan de Los Manolos de la Mina y se saldó con 24 detenidos -siete de ellos ingresaron en prisión-, doce plantaciones de cannabis intervenidas, así como seis armas de fuego, entre ellas un subfusil de guerra similar a los AK 47 rusos.
La segunda fase finalizó el pasado 1 de marzo tras el arresto de 17 sospechosos, ocho de los cuales entraron en la cárcel.
Por último, la pasada semana los Mossos dieron un golpe contra Los Mulatos, del clan principal de la familia Jodorovich, al constatar evidencias de blanqueo de capitales y determinar el bloqueo de bienes inmuebles por un mínimo de 800.000 euros.
En total, fueron detenidas 35 personas, quince de ellas ya en prisión.
Durante los registros, se intervinieron 615.000 euros en metálico, diez armas de fuego cortas y largas como dos subfusiles tipo AK-47, con más de 500 proyectiles de munición, dos kilos de cocaína, cinco de hachís, diez de cogollos de marihuana y desmantelaron dos plantaciones en Cornellà de Llobregat y Fogars de Montclús.
En el conjunto de las tres fases, los Mossos han detenido a 77 personas, intervenido 1,14 millones de euros, realizado 90 entradas judiciales y decomisado 17 armas de fuego -tres de ellas de guerra-, más de 60.000 euros en joyas, trece vehículos y droga por valor de 250.000 euros.
También han desmantelado 20 plantaciones de cannabis con capacidad para producir marihuana por valor anual de más de cinco millones de euros vendida al por menor. EFE
M.M.