La mujer se sirvió de una conexión ilegal para garantizar el mantenimiento de la instalación que contaba con 111 procesadores en funcionamiento y «sofisticados» equipos de refrigeración y extracción de humos y de calor, ha informado la Policía Nacional este viernes en una nota de prensa.
La investigación se inició al detectarse que la vivienda tenía un consumo eléctrico elevado y desprendía una emisión térmica superior a lo que se correspondería con un domicilio familiar.
La Policía Nacional ha informado de que en este tipo de instalaciones la rentabilidad está supeditada a unos precios de la electricidad reducidos, por lo que la investigada se servía de una conexión ilegal a la red de distribución de baja tensión mediante una acometida eléctrica trifásica, con un elevado consumo ilegal.
Dado que las criptomonedas se emplean, en ocasiones, como medio de pago habitual en actividades ilícitas vinculadas a delitos tecnológicos y para el blanqueamiento de capitales, la investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los hechos. EFE
A.M.