Según ha confirmado este martes el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza, se ha basado en un delito de asesinato y otro de asesinato en grado de tentativa y ante el riesgo de fuga por su falta de arraigo.
El tiroteo se produjo sobre las 2,30 horas del pasado sábado, en la calle Isaac Peral en el barrio Garrido de Salamanca, cuando un hombre disparó por la espalda a otro, que murió en el acto, y a una mujer, a la que hirió de «extrema gravedad» y que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Vega de la capital salmantina.
En el auto judicial, al que ha tenido acceso Efe, el juez relata que el supuesto autor del tiroteo conoció a las dos víctimas, a la que acompañaba otra mujer, en un bar de la capital salmantina, donde invitó a las dos mujeres a una copa y que, aunque declinaron la invitación, acabó sentándose junto a ellas durante media hora.
También en el auto se ha señalado que el hombre después detenido se dirigió «de forma insistente y molesta» hacia la mujer que posteriormente resultó herida.
Sobre las 2,10 horas, las dos mujeres y el hombre salieron del bar y el acusado se marchó detrás de ellos, «siguiéndolas a cierta distancia» y mientras «sujetaba o manipulaba con su mano derecha una pistola que llevaba en su cintura».
En el camino, una de las dos mujeres se fue a su casa, mientras que la otra iba junto al hombre que después resulto muerto y, al llegar al número 10 de la calle Isaac Peral, el supuesto autor «disparó primero al varón y después a la mujer, y, una vez que ambos cayeron al suelo, continuó disparando a cada uno de ellos en varias ocasiones».
En su huida, se deshizo en un contenedor de la pistola y de la camiseta que llevaba puesta, aunque han sido localizados en el Centro de Tratamientos de Residuos de Gomecello, en Salamanca.
Pese a este relato, el investigado ha asegurado, según han informado a Efe fuentes del caso, que no conocía a las víctimas ni se ha reconocido en las imágenes que el juez le ha mostrado de varias cámaras de vigilancia.
Además, y según estas fuentes, ha negado que hubiera disparado a nadie y que ni la camiseta ni el arma encontradas fueran suyas.
En su defensa, el supuesto autor ha reconocido que en el pasado ha tenido lagunas de memoria, que le han llevado a tener tratamiento psiquiátrico y que en alguna ocasión ha intentado quitarse la vida.
Ante estos argumentos, y con las pruebas que tienen los investigadores, el juez ha ordenado su ingreso en prisión por la supuesta comisión de un delito de asesinato consumado, que es castigado con una pena de hasta 25 años de cárcel, y otro en grado de tentativa, que es penado con hasta 15 años de prisión.
Además, durante la mañana de este martes se ha realizado un examen psiquiátrico y el forense ha determinado que «no se aprecian ni signos ni síntomas de intoxicación aguda o síndrome de abstinencia a sustancia tóxicas ni de patología psiquiátrica aguda en el momento de la exploración».EFE
M.M.