La Fiscalía pide 10 años de cárcel por integración en organización terrorista para los dos principales acusados, los hermanos Belaid e Ismael Mohand Al Lal, siendo el primero el presunto líder de la red. Para los otros dos acusados la petición de penas es de 9 años de cárcel por captación y adoctrinamiento yihadista.
Belaid ya ha sido condenado por la Audiencia Nacional a tres años y medio de cárcel por un delito de desórdenes públicos agravados por los graves insultos que profirió en 2017 a agentes de la Guardia Civil durante una operación antiyihadista en Melilla.
Ahora volverá a sentarse en el banquillo para responder por su presunta colaboración en la labor propagandística de Dáesh, consistente en difundir material del Estado Islámico editado y traducido al español.
El material que, según el fiscal, distribuía en redes sociales, «era de peligrosidad extrema puesto que, además de ser idóneo para captar y adoctrinar», también lo era «como elemento inspirador para cometer atentados terroristas en suelo nacional».
Hasta su detención dirigió además la captación y adoctrinamiento de mujeres (incluyendo menores) para generar el estado de voluntad necesario «para que sintiesen la necesidad de incorporarse al Estado Islámico».
La radicalidad de Belaid era tal, dice el fiscal, que manifestó en numerosas ocasiones su deseo de hacer la yihad, «haciendo partícipe de este deseo a su hermano», quien acabó compartiendo esa misma intención «tras el consumo indiscriminado de material audiovisual» que el otro le proporcionaba.
Así ambos procesados, a comienzos de 2015, entraron en contacto con Mohamed Aoudi, acusado en Marruecos de preparar y perpetrar actos de terrorismo y que en esas fechas logró introducirse ilegalmente en España.
Una vez en Melilla contactó con los dos hermanos, que le auxiliaron a él y a otros sujetos, buscándoles un cobijo con el propósito de eludir a las autoridades.
El tercer acusado es Hamid Belkhaddar, quien, según el fiscal, sirvió de «inspirador, vector y de fuente de difusión del ideario de Dáesh para otros sujetos en territorios alejados de Melilla», mientras que el cuarto es Hassan El Meskinny, quien residía en Sant Feliu de Guíxols (Girona), y que presuntamente «realizó una intensa actividad de seguimiento de contenidos yihadistas».
Ello le llevó a tal grado de compromiso con los postulados del Estado Islámico que los acabó justificando en una entrevista emitida en TV3, en la que aparecía con el rostro oculto y la voz distorsionada por temor a ser detenido. EFE
M.M.