La responsabilidad civil ya fue indemnizada en su momento, pero los padres de la víctima querían que se evidenciara la negligencia cometida por los responsables de vigilar a la menor y a sus compañeros mientras realizaban un curso de natación con su escuela, algo que ha ocurrido con el pacto al que se ha llegado.
El progenitor de la menor, Francisco Medina, ha destacado que se han reconocido «todos los hechos como reales» y que los cinco acusados han aceptado «su culpa», algo que ha calificado de «muy importante».
«Todo el mundo ha estado de acuerdo con la condena», ha añadido Medina, quien ha puntualizado que su intención nunca fue que monitoras y director de piscina entrasen en prisión y ha hecho un llamamiento a la obligatoriedad de la presencia de socorristas en equipamientos de este tipo de instalaciones cuando son privadas, ya sean de hoteles, apartamentos y cámpings, como sucede con los públicos.
Su abogado, Carles Monguilod, ha detallado que la sentencia contempla una «imprudencia grave», «algo que comporta pena de cárcel de un año que no se tendrá que cumplir al no haber antecedentes».
La condena en su opinión es «ajustada a la realidad de lo que pasó» y ha considerado que lo más oportuno era evitar con un acuerdo un juicio «muy duro para todo el mundo, tanto para los padres que han perdido a una hija irremediablemente como para las personas acusadas, que obviamente no querían lo que pasó».
Monguilod entiende que, con la sentencia, «la responsabilidad ha quedado clara» y ha señalado que la fiscalía ha considerado que la ausencia de inhabilitación se justifica en que «fiscalía ha considerado que la negligencia fue puntual».
El abogado de tres de las monitoras, Francesc Jofresa, ha recordado que el pacto es «fruto de una negociación» basada en el escrito de acusación del ministerio fiscal, que lo que ha hecho es «apreciar circunstancias de atenuación y reducir la pena privativa de libertad de tres años a uno sin inhabilitación».
«La investigación no llegó a buen puerto, no se pudo determinar exactamente lo que había pasado, pero las defensas hemos querido llegar a este acuerdo desde la convicción en que lo mejor de este juicio es que no se celebrase», ha añadido, a la vez que ha calificado la sentencia de «globalmente satisfactoria».
El letrado de la madre de la víctima, Víctor Coch, ha concluido que, «al final, todo el mundo se ha puesto en la piel de los otros, fue un trágico accidente».
Coch ha insistido en que su defendida quería saber «cómo pasó la muerte de su hija» y ha coincidido en que, «valorándolo todo, se ha llegado a la conclusión de que valía más llegar a acuerdo y pasar página». EFE
A.M.