La mujer, que fue candidata de Vox a las Juntas Generales de Álava en 2015, interpuso una denuncia ante la Policía vasca en la que aseguraba que había sido golpeada por cuatro personas en la zona de El Batán del barrio de Mendizorroza de la capital alavesa, unas heridas de las que tuvo ser tratada en el hospital de Santiago.
Tras días de investigación, la Ertzaintza no ha encontrado ninguna pista que confirme esta agresión, ya que «no hay datos ni imágenes» de cámaras de vigilancia en la zona que corroborren las declaraciones de la mujer, según ha explicado este jueves el consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka.
Por ello la Ertzaintza ha interpuesto una denuncia ante un juzgado porque la mujer podría haber incurrido en una «apariencia de delito» y considera que debe ser investigado.
El titular del juzgado, por tanto, deberá investigar la denuncia de la mujer y la interpuesta por la Policía vasca.
Erkoreka ha señalado que el caso de que se confirmara que la denuncia es falsa, el hecho sería «muy grave», porque iría, ha dicho, contra la convivencia y la pluralidad de la sociedad.
Otra consejera del Gobierno Vasco, la titular de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha considerado también que una posible denuncia falsa de una agresión hace «un flaco favor» a las víctimas de la violencia machista porque «desacredita las denuncias reales».
Además ha recordado que en este caso hay un componente adicional sobre la condición de los presuntos agresores que la mujer describió como jóvenes magrebíes, «un colectivo sensible muy estereotipado».
También la portavoz parlamentara de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha advertido de la gravedad de este hecho si se confirmarse la falsedad. «Sería grave que algo tan serio como es la violencia machista se use contra una comunidad con el objetivo de alimentar el odio», ha dicho.
El secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, de visita hoy en Vitoria, aunque ha pedido prudencia hasta que el asunto se aclare, ha criticado el «vínculo» que algunos hacen entre delincuencia y determinados colectivos y ha considerado que hay «algo perverso a la hora de desvelar cuál es el origen, la nacionalidad o la procedencia de las personas cuando cometen determinados actos».
En la misma línea, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itsaso, ha considerado necesario evitar «asociaciones o vinculaciones que pueden dar al traste un trabajo cotidiano que el conjunto de la sociedad vasca está haciendo de tolerancia y disposición a la inclusión».
Pocos días después de la supuesta agresión, la única representante de Vox en el Parlamento Vasco, Amaia Martínez, presentó una propuesta de declaración institucional para denunciar el ataque que no recibió el respaldo de ningún otro grupo.
En el texto Martínez aseguraba que la víctima fue «amenazada y golpeada en repetidas ocasiones» presuntamente por cuatro jóvenes, un hecho, aseguraba, que no es aislado ya que las últimas semanas las calles de Vitoria han sido escenario de diferentes actos de violencia.
«Los agresores deben ser juzgados sin tener en cuenta su raza, sexo o condición», decía en el texto. EFE
A.M.