La Policía y la Guardia Civil han desarticulado una organización internacional, de origen belga y marroquí, dedicada al tráfico de estupefacientes entre España y Bélgica, que se asentaba principalmente en la provincia de Sevilla y se abastecía del estupefaciente a través de proveedores locales.
La red utilizaba el método «go fast» – transportar la droga en un vehículo a una velocidad elevada y sin repostar- además de una empresa de transportes para llevar la mercancía a Bélgica, según ha informado este jueves el Ministerio del Interior.
En la operación se ha detenido a 23 personas y se han producido trece registros domiciliarios – once en Sevilla y dos en Málaga- en los que se ha intervenido 475 plantas de marihuana, 725 kilogramos de hachís, más de 8.300 euros en efectivo, tres vehículos, diversas armas y munición.
La investigación empezó a principios de 2020, cuando las autoridades belgas informaron a los agentes españoles de las actividades de esta red y se comprobó que los miembros de este grupo estaban establecidos en Jaén y Málaga.
Tras diversas intervenciones policiales llevadas a cabo en los transportes que la organización utilizaba, esta cambió el medio para ocultar la marihuana.
Los narcotraficantes en España comenzaron a alquilar camiones en los que posteriormente se cargaba el estupefaciente y se hacía llegar a Bélgica oculto en la carga legal.
Una vez identificados los responsables de esta rama encargada de la distribución del estupefaciente y registrado el modus operandi utilizado por esta empresa de transportes, se practicaron detenciones y registros en ambos países simultáneamente.
En España fueron arrestados el dueño y el conductor de los camiones, ambos españoles, y un ciudadano marroquí propietario de la empresa de transportes, considerado el responsable de organizar los envíos de la droga y también se detuvo a dos personas en Barcelona y Sevilla.
La operación en Bélgica se saldó con la detención de 24 personas en ese país y en Francia.
Tras identificar a los proveedores de esta red internacional que operaba en España, los agentes comprobaron que se encontraban principalmente asentados en la provincia de Sevilla, donde disponían de diversas fincas desde las cuales distribuían el estupefaciente y realizaban cultivos de marihuana.
En junio pasado, los investigados estaban preparando una partida de droga en un camión que habían cargado con 725 kilogramos de hachís en una de las fincas ubicada en Alcalá de Guadaira (Sevilla).
Una vez lleno partió con dirección a Madrid a través de la autovía A4, donde fue interceptado por una patrulla de agentes en Jaén, que tras comprobar la mercancía ilícita procedieron a la detención de sus dos ocupantes.
Una vez identificados a todos los miembros y lugares donde operaba, se estableció un operativo policial en el que se llevaron a cabo 13 registros domiciliarios -11 en Sevilla y dos en Málaga- en los que se intervinieron 475 plantas, dos kilogramos de hachís, más de 8.300 euros en efectivo, tres vehículos, dos escopetas municionadas, una escopeta simulada, un revolver, una escopeta de aire comprimido, además de 15 cartuchos y dos cajas de munición de fogueo.
También se procedió a la detención del resto de los miembros de la trama –16 en Sevilla y dos en Málaga-.
En Bélgica, durante los registros fueron intervenidos cinco vehículos, dos pistolas, 15.000 euros en efectivo, una motocicleta robada y ocho vehículos robados en Bélgica y Valenciennes (Francia).
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