Así lo han confirmado a Efe fuentes de la consellería, que han concretado que la encargada de investigar el caso es la Unidad de Apoyo al Alumnado Víctima de Violencia (USAV), el organismo que puso en marcha el departamento hace aproximadamente un año para prevenir, detectar y gestionar todos los casos de violencia en los centros educativos.
La investigación ha surgido a raíz de la denuncia presentada por una familia el pasado mes de noviembre ante la Dirección General de Atención a la Infancia de la Generalitat (DGAIA) sobre la aparición de ladillas en los ojos de los alumnos en 2017.
En aquel momento, las pestañas de tres alumnos de segundo de primaria del centro educativo aparecieron llenas de ladillas, unos piojos que en general viven en el área púbica o genital de los humanos, por lo que su transmisión se produce por contacto sexual.
El caso fue denunciado en 2017 y la DGAIA lo investigó entonces. Sin embargo, en una carta remitida ahora a la familia denunciante, y a la que ha accedido Efe, este organismo afirma que «tras haber hecho las consultas pertinentes y haber revisado el caso, dada la gravedad y vistas las competencias de la DGAIA, se deriva el caso a la consellería de Educación» para su «correspondiente valoración de acuerdo con el protocolo de maltrato infantil y adolescente en el ámbito educativo».
Todo ello, según la DGAIA, «sin perjuicio de la comunicación a Fiscalía de Menores, al juzgado de guardia o a Mossos d’Esquadra a partir de la denuncia correspondiente, si es pertinente» ya que el caso «debe tratarse en el ámbito penal y educativo» porque los hechos ocurrieron «dentro de un centro escolar y no a nivel familiar».
Se da la circunstancia de que la conselleria de Educación ya investigó al Pare Manyanet tras el suicidio de una alumna de tercero de ESO el pasado mes de mayo y que no encontró «indicios de acoso».
Asimismo, en marzo de 2021, los Mossos d’Esquadra detuvieron a un párroco del barrio de Sant Andreu perteneciente a la Congregación de los Hermanos de la Sagrada Familia-Pare Manyanet de Barcelona por posesión de pornografía infantil.
La detención fue a raíz de una denunciada presentada por un informático de la escuela Pare Manyanet que, al ir a reparar el ordenador del párroco, halló en él abundante material pornográfico infantil.
En primera instancia, el centro educativo expedientó a su informático por atentar contra la intimidad, la privacidad y la imagen del religioso, aunque finalmente acabó mostrando su apoyo al técnico. EFE
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