La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio a Nouredin B., para quien el fiscal pide en sus conclusiones provisionales cinco años de prisión por un delito de autoadoctrinamiento terrorista, y que en la vista ha mantenido: «Me siento representado por el Estado Islámico», para añadir: «En la Constitución española está reconocida la libertad de expresión».
Al comienzo de la vista, el fiscal ha informado de que había llegado a un inicial acuerdo de conformidad con el letrado defensor por el que rebajaría su petición a dos años y medio de cárcel si el acusado reconocía los hechos y aceptaba esta pena, pero finalmente Nouredin B. no ha accedido al mismo.
Durante su declaración Nouredine B. ha recordado que llegó a España en 1996, cuando comenzó a residir en Nuevo Baztán (Madrid) con su tío y que se dedicaba a trabajar en obras aunque cuando fue arrestado compartía domicilio con sus padres y sus hermanos en Guadalix de la Sierra.
Ha reconocido que consultó y difundió en varios perfiles de Facebook material del Estado Islámico sobre combatientes y decapitaciones así como que animó a atacar a una agencia de noticias marroquí que había informado de la detención de presuntos yihadistas en las provincia de Ciudad Real pero en todos los casos ha alegado que lo hizo en ejercicio de la libertad de expresión.
«No soy terrorista, soy musulmán», ha zanjado el acusado, que igualmente ha reconocido que en torno a esas fechas viajó a Turquía, pero «de turismo».
Ha explicado que difundió contenidos del Dáesh para que otras personas conociesen la verdad del Estado Islámico y lo que estaba ocurriendo en Siria e Irak pero no para propagar una doctrina violenta y ha negado que incitara o participara en alguna acción terrorista.
Uno de los policías nacionales que han testificado han destacado que recibieron informaciones que les causaron bastante alarma de que un ciudadano marroquí en avanzado estado de radicalización incitaba desde Guadalix de la Sierra en Facebook con vídeos a cometer atentados.
Ha añadido que a raíz de ello comenzaron una investigación que fue difícil por el contexto del estado de alarma por la pandemia del coronavirus covid-19 decretado en marzo de ese año.
Los agentes han destacado que el acusado tuvo acceso a material que requería estar «muy bien conectado con el aparato de difusión de Dáesh». EFE
A.M.