Según ha publicado este viernes el diario El País y han confirmado a Efe los Mossos d’Esquadra, los agentes se centran ahora en averiguar si las puertas son auténticas y si provienen realmente de La Pedrera, y, en ese caso, de qué manera han salido del edificio del artista catalán.
La policía catalana por ahora mantiene retenidas las cuatro puertas en un almacén de La Seu d’Urgell (Lleida), y quiere comprobar si ha habido algún tipo de infracción administrativa o penal que pueda acabar en el juzgado, averiguando en qué momento salieron las puertas de La Pedrera y depurando posibles responsabilidades.
El actual propietario de las puertas, en declaraciones a El País, ha detallado que le compró las puertas por 300 euros a un señor que a su vez se hizo con ellas en una subasta de bienes de una empresa que compraba material de derribo, y ha remarcado que él no tiene culpa de nada: «Es un material que tenían que haber cuidado más y que salvé de su desaparición», afirma.
Los agentes, dice el propietario de las puertas, le han avisado de que estas «son suyas hasta que no se aclare la procedencia», aunque no puede venderlas ni hacer nada con ellas, insiste.
Las puertas, pintadas de color ocre, presentan, en general, un mal estado de conservación.
Tres de ellas mantienen el marco original de yeso, decorado con formas ondulantes de inspiración vegetal y los clavos que las fijarían a la pared, lo que indica que fueron retiradas durante una reforma, según el periódico.
Tres de las puertas son macizas, decoradas con cuarterones, y en dos se conservan los pomos ergonómicos, como los que creó Gaudí, y en una puede verse el número 12.
La cuarta puerta no es maciza, puesto que su parte superior es de cristal traslúcido, aunque «se ve que es moderno».
La Fundación Catalunya La Pedrera, que gestiona el inmueble con el mismo nombre, cuestiona la autenticidad de las puertas, aunque uno de los mayores expertos en muebles del artista catalán, Lluís Guellburt, no duda de que son auténticas. EFE
A.M.