La Guardia Civil detuvo este domingo en la localidad de Santa Bárbara (Tarragona) a la presunta defraudadora más buscada en Reino Unido, Sarah Panitzke, de 47 años, condenada por ayudar a blanquear más 1.000 millones de euros, tras haber permanecido casi 10 años huida.
Poco después de producirse el arresto, el juez que se encontraba de guardia en la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, decretó su ingreso en prisión por riesgo de fuga a petición de la Fiscalía a la espera de que se decida sobre su extradición, después de que ella renunciase a su traslado voluntario a Reino Unido, han informado a Efe fuentes jurídicas.
Según han relatado a Efe fuentes de la Guardia Civil, Panitzke, acusada de un delito de blanqueo de capitales por las autoridades británicas, formaba parte de una organización criminal integrada por 16 personas y ella era única que se encontraba aún en libertad.
Esta organización se dedicaba al fraude del IVA en la compraventa de teléfonos móviles, que adquirían en el extranjero sin IVA y revendían en Reino Unido , obteniendo con ello un beneficio estimado por HMRC británico (HM Revenue and Customs)de más de un billón de libras esterlinas.
Los investigadores británicos aseguran que la detenida era la persona encargada de blanquear las ganancias de la organización a través de múltiples empresas que poseía en España, Andorra y Dubái.
Destacan además que en un determinado momento esta organización llegó a vender más teléfonos en Reino Unido que todas las tiendas legales en su conjunto.
UNA HUIDA DE CASI UNA DÉCADA
En agosto de 2013 fueron juzgados los principales responsables de la trama y Panitzke no se presentó, iniciando entonces su huida, y fue condenada en rebeldía a 8 años de prisión por su participación en el blanqueo de las ganancias de la organización.
Tras su huida, los principales indicios apuntaban a que podría ocultarse en España, dados los lazos familiares y académicos que mantenía en nuestro país desde su adolescencia. Es llevó al HMRC a contactar con la Guardia Civil para su localización.
En 2015 se pudo comprobar que se ocultaba en la localidad de Olivella (Barcelona), donde la visitaba su marido los fines de semana entre grandes medidas de seguridad.
Esta visitas tenían la finalidad de abastecer a la ahora detenida de todos los productos básicos, ya que apenas salía de su escondite para no levantar sospechas.
Sin embargo, durante el operativo que se estableció para proceder a su detención, la fugitiva logró detectar la presencia policial y llegó a cambiar por ello completamente su apariencia y escapar.
Desde ese momento se convirtió en objetivo prioritario para los investigadores, acumulando y analizando gran cantidad de datos sobre ella y vigilando permanentemente a su entorno más cercano. A pesar de ello, se determinó que había roto todo vínculo físico con su familia en España para no ser detectada.
LOCALIZACIÓN EN TARRAGONA
Finalmente, en febrero de este año se obtuvo información de su posible presencia en la localidad de Santa Bárbara (Tarragona, una pequeña población de cerca de 4.000 habitantes.
Se estableció entonces una vigilancia permanente hasta que a principios de la semana pasada se consiguió detectar a una mujer que coincidía plenamente con las características físicas de la fugitiva , consiguiendo determinar que vivía en un bloque de apartamentos a las afueras del municipio.
Teniendo en cuenta lo ocurrido en 2015, se estableció un gran dispositivo con agentes de paisano y en la mañana del 27 de febrero consiguieron detenerla cuando salía de su domicilio a pasear con sus mascotas.
La investigación ha sido desarrollada por el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa y la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Cataluña, todo ello con el apoyo del HMRC británico.
Estrella Digital