Así lo ha confirmado el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Maria Estela, en una entrevista en RAC1.
El pasado jueves, 21 de abril, los Mossos d’Esquadra detuvieron de madrugada en Igualada al presunto autor de esta violación y ese mismo día, en presencia del arrestado, practicaron un minucioso registro de su vivienda en búsqueda de pruebas, como muestras de ADN de la joven agredida sexualmente.
Los Mossos han hallado ADN de la víctima en las muestras recogidas por la policía científica en el domicilio del detenido.
«La satisfacción es enorme. Lo es para mí, para la organización y especialmente para el grupo que ha trabajado de forma intensa, la unidad central de agresiones sexuales y los mandos del territorio», ha dicho Estela.
El jefe de los Mossos ha resaltado la labor de los agentes que registraron el domicilio en busca de pruebas incriminatorias, para que el juez tenga los elementos necesarios de cara al proceso judicial en marcha.
Sin dar más detalles concretos de la investigación, que sigue bajo secreto de actuaciones, el jefe de los Mossos ha explicado que hacía muchos días que ya se sospechaba del detenido, un joven latinoamericano de 21 años.
Ha constatado que se trató de una agresión «muy seria», cerca de la «tragedia» y que la joven podría haber pedido la vida.
Ha advertido de que se está produciendo un ligero incremento de las agresiones y abusos sexuales, sobre todo en las zonas de ocio, con niveles superiores a los de 2018 y 2019, antes de la pandemia.
Sobre esta cuestión, ha abogado por la prevención y por la complicidad con los vigilantes de seguridad privada para detectar actitudes sospechosas.
Fuentes del departamento de Justicia han informado a Efe de que el detenido ya ha abandonado el área de ingresos de la cárcel de Brians 1 y, en estos momentos, se encuentra en un módulo de vida ordinaria. EFE