La Audiencia Provincial de Zamora ha iniciado este martes el juicio contra el hombre acusado de un presunto delito de homicidio por imprudencia por un siniestro ocurrido la noche del 25 de septiembre de 2019, en el que fallecieron los otros dos ocupantes de su vehículo, un joven granadino de 21 y un adolescente búlgaro de 16 años, y además un camionero de Salamanca de 48 años.
El camión había parado en el arcén por una avería que había señalizado y su conductor había salido de él cuando fue atropellado por el turismo, que también impactó, sin frenar previamente, con el camión, según el atestado del accidente.
La defensa ha solicitado en sus conclusiones provisionales la libre absolución del acusado y ha impugnado al inicio del juicio las pruebas de saliva, orina y sangre que ponían de relieve que el conductor del turismo había consumido cocaína y hachís.
Las acusaciones particulares han elevado la petición de pena en sus conclusiones provisionales a doce años de prisión por tres delitos de homicidio por imprudencia y han rechazado las alegaciones sobre la impugnación formuladas por la defensa como cuestiones previas al inicio del juicio.
En su declaración en la vista oral, el acusado, que tenía 38 años cuando se produjo el accidente, ha indicado que ese día no consumió drogas y únicamente había dado unas caladas a un cigarro de liar que le supo mal y que le habían pasado unas horas antes del accidente cuando vendimiaba.
También ha asegurado que desconocía que hubiese una bolsa con marihuana que encontró la Guardia Civil en el vehículo.
Ha sostenido además que no vio el camión contra el que impacto, ni al camionero con su chaleco reflectante y que cuando salió del vehículo tras el choque alguien le dijo que había sido un camión «sin luces», aspecto éste que no había precisado en sus declaraciones anteriores, según hicieron constar las acusaciones.
El accidente de tráfico ocurrió, tras una hora de viaje, sobre las 22.30 horas, en un tramo recto de la autovía en el que las luces del camión eran visibles a 970 metros de distancia, según los informes aportados a la causa.
Uno de esos informes ha precisado además que el vehículo circulaba a 150 kilómetros hora cuando sufrió el impacto y otro cifra la velocidad del turismo cuando chocó en 133 kilómetros hora, aunque el conductor ha señalado en el juicio que siempre ponía el control de velocidad del coche para que no superara los 120 kilómetros hora.
En la vista oral, que está previsto que finalice mañana miércoles, han estado presentes como público familiares y amigos del joven de 21 años fallecido en el siniestro, que han mostrado camisetas con su fotografía y para el que han exigido justicia.
El acusado ha declarado que ese joven que viajaba de copiloto era como un hermano para él, estaba siempre pendiente de la carretera cuando viajaban juntos y tampoco le advirtió nada antes de impactar con el camión. EFE
A.M.