Según el escrito de la Fiscalía, el acusado, nombrado en 2011 como presidente del club albinegro, en connivencia con otra persona, ofreció a varias personas que tenían relación con el club deportivo la participación en un producto de inversión denominado «programa de inversión de alto rendimiento».
El presidente y el otro acusado prometieron rentabilidades por encima de la media. Los perjudicados, confiados por la solvencia y la experiencia profesional de Fernando Miralles, hicieron varios ingresos a cuenta del supuesto programa, sin que llegaran a obtener la rentabilidad prometida ni a recuperar su dinero.
El que fuera nombrado entrenador del Castellón en agosto de 2011, Javier Cabello, aceptó realizar la inversión y firmó un contrato de colaboración por el que transfirió 50.000 euros a una cuenta de una mercantil de Miralles, pero no llegó a recibir la rentabilidad prometida del 15 %.
Además, otra persona vinculada al club hizo un ingreso de 150.000 euros también en la mercantil del expresidente -que dejó el cargo en 2012-, otra persona 75.000 euros y una más otros 75.000 euros. Los perjudicados reclaman las cantidades ingresadas y no recuperadas.
La Fiscalía solicita una pena de prisión de 6 años para cada uno de los dos acusados, y 12 meses de multa con una cuota diaria de 12 euros, por un delito de estafa agravada, así como a indemnizar a los perjudicados con las cantidades estafadas. EFE