En medio de la cruda ola de covid-19 que azota a China se vivió un hecho insólito: un paciente de un ancianato que había sido declarado muerto, comenzó a moverse dentro de la bolsa mortuoria que lo llevaba a la morgue.
El cuerpo que están mandando a incinerar unos operarios se mueve, para sorpresa de los trabajadores de la funeraria. «¡Mira, está vivo!», exclama uno de los empleados, ante lo que otra persona responde: «Ya veo». Entonces, abren la cremallera, apartan las telas que cubren al hombre, inspeccionan al anciano y comprueban que, efectivamente, está vivo.
En un video, que se hizo viral en las redes sociales, se observa cuando los asistentes médicos del carro mortuorio comienzan a gritar «¡está vivo!» mientras abren la cremallera de la bolsa amarilla donde lo transportaban.
Tanto el hogar para adultos mayores como las autoridades se han disculpado por el hecho, una situación que ha generado profunda indignación en toda China.
El hombre, un anciano que vivía en una residencia, fue trasladado al hospital, donde los sanitarios han conseguido estabilizarlo de su infección por Covid-19. Por su parte, las autoridades de Shanghái han abierto una investigación y el centro de mayores se ha disculpado públicamente por esta negligencia tan grave. Todo ello, después de que el vídeo del momento grabado por vecinos se hiciera viral en las redes sociales.