La denominada Operación Trápala se inició el pasado mes de noviembre, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un número inusual de personas se estaba empadronando en un domicilio de dicha localidad, situada en la sierra de Huelva, según ha informado este lunes la Guardia Civil en un comunicado.
Tras realizar un reconocimiento de la zona se pudo comprobar que se trataba de una edificación pequeña y sin condiciones de habitabilidad, algo que no cuadraba con las informaciones obtenidas.
Gracias a la colaboración del ayuntamiento y al trabajo desarrollado durante varios meses, los investigadores consiguieron identificar a los componentes del grupo criminal.
El «modus operandi» que utilizaban era encargarse de todos los trámites administrativos, pagos y desplazamientos a los organismos locales; todo ello a cambio de cantidades que oscilaban entre 500 y 1.000 euros que recibían «en mano» para no levantar sospechas.
Los empadronados justificaban, con la documentación obtenida, el arraigo en España e iniciaban los correspondientes trámites para regularizar su situación; además de optar a otros beneficios sociales.
La operación ha sido desarrollada en varias fases, concluyendo con 28 detenidos, dos investigados, 12 expedientes administrativos de expulsión del territorio nacional y una retirada de pasaporte, siendo llevada a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, con la colaboración del Equipo Roca de la Compañía de Cortegana y la Jefatura de Información (UCE3).
Las diligencias instruidas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 2 de Aracena, pasando los detenidos en situación irregular a disposición de la Brigada Provincial de Extranjería de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Huelva para que se tramite el correspondiente expediente de expulsión. EFE