Así figura en el atestado instruido por la Guardia Civil para la causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 9 de Arganda del Rey (Madrid) contra Luis Lorenzo y Arancha Suárez Palomino como posibles autores de la muerte de la tía de ella, María Isabel Suárez, el 28 de junio de 2021 en la vivienda que la pareja tiene en Rivas-Vaciamadrid.
La anciana, de 85 años, vivía en la localidad asturiana de Grado y su sobrina Arancha decidió traerla a Madrid en marzo de 2021, una decisión que no compartían algunos familiares asturianos, que al conocer su muerte pidieron una autopsia al sospechar de que pudieron matarla.
La autopsia determinó que la anciana murió por un «envenenamiento» de «etiología homicida», al encontrarle en sangre niveles de cadmio y manganeso 200 y 20 veces superiores a una cantidad normal.
En el informe policial los agentes recaban datos bancarios, médicos y testimonios que les llevan a concluir que los dos investigados acabaron con la vida de la anciana para quedarse con su dinero, posiblemente envenenándola.
Entre los testimonios figura el de una expareja del actor entre 2012 y 2013, un período en el que él no trabajaba y ella le permitió montar una empresa para gestionar su vivero, con un sueldo de 15.000 euros al mes que, según su relato, Lorenzo aprovechó para desviar unos 470.000 euros, mientras además le pidió 170.000 para comprar un piso.
Al darse cuenta de la posible estafa ella le reclamó el dinero y él se lo acabó devolviendo, según cuenta esta mujer a los agentes, a los que explicó que la engañó también sentimentalmente.
Otra expareja de Luis Lorenzo, con la que tuvo a su hijo hace diez años, detalla que ella tiene ahora la custodia total del niño porque los dos investigados «agredían físicamente y psicológicamente al menor», en un entorno en el que «Luis recibía constantes llamadas en las que le reclamaban dinero que había estafado».
Este menor relató también a su madre que la tía María Isabel había llegado bien a la casa de la pareja en 2021 aunque Arancha «decía que estaba muy malita», pero luego se puso enferma, sin moverse ni hablar, y entonces su padre y Arancha «le dijeron que cuando se muera van a heredar y van a comparar un piso en Madrid». La anciana murió poco después.
También le dijo que un día él, su padre, Arancha y el hijo de ésta se fueron a la Warner y dejaron sola a la tía María Isabel en un centro comercial de Rivas, diciendo que la cuidarían los camareros, y cuando volvieron ya no estaba allí.
El estudio de la Guardia Civil incluye informes médicos y entrevistas con facultativos que hacen concluir que «no se descartan actos preparatorios en los que los supuestos autores originan de forma insistente un historial clínico de enfermedad mental que requiere prescripción de ciertos medicamentos», y que ya en 2020, tras pasar una temporada en Madrid y volver a Asturias, le fueron retirados por su médico habitual, tras hacerle pruebas, porque no vio problema de salud. EFE