Se trata de dos hechos supuestamente ocurridos en un intervalo de tiempo de un mes y que ambas víctimas, presuntos grafiteros habituales de los trenes del Metro, denunciaron ante la Policía, que les tomó declaración.
Concretamente, la Unidad de Seguridad Privada de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, dedicada al control de las entidades y servicios privados de seguridad, investiga desde hace semanas ambas agresiones en las que dos vigilantes de una empresa subcontratada que controla la seguridad en el Metro de Madrid podrían haberse extralimitado en su fuerza y funciones.
Sin embargo, las mismas fuentes policiales señalan que las pesquisas se encuentran en una fase inicial, por lo que aún no se han esclarecido estos hechos.