Esas cinco personas fueron detenidas fuera de Galicia, según fuentes judiciales, como lo fueron otras dos que también han pasado este jueves a disposición judicial pero que han quedado después en libertad.
Hasta el momento, el juzgado que instruye el caso ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para ocho personas, puesto que ayer envió a la cárcel de A Lama, en Pontevedra, a cinco más, mientras que dejó a tres en libertad, una de ellas con la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días.
Las ocho personas que pasaron ayer a disposición judicial fueron detenidas en Galicia y en principio ya no está previsto que pasen más.
Este es, pues, de momento, el resultado judicial de la operación Endurance, que el martes se saldó con sesenta detenciones, 59 en diferentes puntos de España, concretamente en las provincias de Pontevedra, Ourense, Barcelona, Tarragona, Toledo, Cádiz, Huelva, Málaga, Sevilla y Almería, y una en el norte de Portugal.
La operación, capitaneada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil Pontevedra junto con el Órgano de Coordinación contra el narcotráfico de Andalucía (OCON SUR), además de la Policía Judiciaria de Portugal, se saldó además con la intervención de 47 embarcaciones tipo EAV, conocidas como narcolanchas, en distintas provincias españolas y en Portugal.
Los detenidos forman parte presuntamente de una organización criminal asentada en España y norte de Portugal dedicada a la fabricación, puesta a punto y almacenaje de narcolanchas, tal y como ha informado la Guardia Civil.
Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2021 cuando el EDOA supo que en una nave situada en el polígono de Cotogrande, en Puxeiros, Vigo, se estaban fabricando embarcaciones para la introducción de grandes cantidades de hachís en aguas del Estrecho de Gibraltar.
Fruto de las investigaciones se pudo comprobar que existía un entramado perfectamente estructurado que abarcaba todo el proceso.
Las narcolanchas se construían en el sur de Galicia y en el norte de Portugal, y empresas de transporte las trasladaban a naves en provincias como Toledo y Sevilla, donde eran pertrechadas antes de su botadura al mar en distintas localizaciones de la geografía nacional, preferentemente en aguas de Andalucía.
La organización, según explica la Guardia Civil, contaba con miembros con una alta especialización tanto para la fabricación, custodia y finalización de las embarcaciones.
Según el instituto armado, ha habido numerosos registros en domicilios en la provincia de Pontevedra, en naves situadas en distintas localidades de Portugal como Ponte da Lima, Valença, Paredes de Coura, Monçao, así como de las provincias de Toledo, Sevilla, Huelva, Girona y Barcelona.
En estos registros se intervinieron cascos y moldes de narcolanchas de grandes dimensiones, alcanzando los 12 metros de eslora, potentes motores fueraborda de 300, 350 y 400 caballos, cabezas tractoras y remolques utilizados en el transporte de las embarcaciones así como abundante documentación y material informático.
Entre las 47 embarcaciones incautadas, entre España y Portugal, más de una decena estaban totalmente preparadas para su navegación y en disposición de ser empleadas en la introducción de grandes cantidades de sustancias estupefacientes. EFE