Todo ocurrió hace unos días, cuando una patrulla de seguridad ciudadana acudió a la llamada telefónica del chófer de un autocar, quien avisó de la presencia de un viajero que vestía lo que parecía ser uniformidad oficial del Cuerpo y que portaba en la cintura una pistola.
Varios pasajeros «visiblemente preocupados» por su presencia y por la tenencia del arma en apariencia real, alertaron al conductor que no dudó en avisar a la Guardia Civil.
En una estación de la comarca del Arlanza, donde la línea tiene parada programada y en la que se concertó la entrevista, los agentes interceptaron e identificaron al sospechoso -ajena al Cuerpoque llevaba puesta una camiseta con logotipo de la Guardia Civil.
MM