En el juicio la mujer niega los hechos, asegura no saber lo que estaba pasando: «Pensaba que me estaba muriendo, sólo veía sangre, tripas y una bola de pelo, pero no tenía forma de bebé».
En esta segunda sesión de la vista, ante un jurado popular, ha explicado cómo vivió el parto, el cual confundió con «el reventón de un absceso o bulto».
Continua relatando «Yo soy muy propensa a tener abscesos en las ingles y las piernas, que se han reventado solos, pensé que esto era lo mismo, que tenía un bulto en la vagina y que se había reventado».
Tras el interrogatorio de la fiscalía, la mujer niega que abandonara a su bebé a propósito, defendiendo su inocencia. «Yo en ningún momento vi salir a un niño, mucho menos vivo», ha reiterado.
La mujer cuenta que cuando se enteró que estaba embarazada, en febrero de 2020, intentó abortar con unas pastillas que consiguió a cambio de cocaína. «Me tomé las pastillas y me desperté sangrando, así que pensaba que había abortado y que ya no estaba embarazada». Peo no fue suficiente para provocar el aborto.
El día del parto, tomó drogas antes de ir a trabajar. Allí, se empezó a encontrar mal y pidió ir al baño, donde comenzó a sangrar sin parar. Fue entonces cuando se asustó y pidió que llamaran a una ambulancia.
El jurado ha escuchado la conversación con el 112, en la que la acusada explica lo del grano y la hemorragia. La fiscalía reafirma que «en ningún momento dice nada de que ha expulsado tripas o pelo, para que lo puedan examinar».
Una vez trasladada al Hospital y tras una exploración le preguntan por el bebé. «Cuando me ven me dicen que acabo de dar a luz y que dónde está el niño, yo contesto que no hay ningún niño, que todo ha pasado en el almacén del bar, que no ha ocultado nada».
Por lo que la ginecóloga avisa a la Policía, que interroga a la mujer, que sigue negando la existencia del bebé. «No les dije dónde estaba el niño porque no fui consciente, lo fui cuando mi abogado me visitó y me enseñó las fotos, él me aseguró que tenía mi ADN». Ratifica que no les pudo decir que había un niño «porque no lo vio».
También niega que cortara el cordón umbilical. «No lo toqué, no lloraba, ni se movía, ni hizo ningún gesto que pudiera interpretarse como que estaba vivo», ha declarado.
El juicio continúa ahora con los testimonios de los agentes que intervinieron esa noche y que han estado trabajando durante la investigación.
La fiscalía mantiene la pena de prisión permanente revisable, por lo que considera un delito de asesinato con la agravante de parentesco. La defensa, pide la sustitución de asesinato por aborto, alegando que el bebé nació muerto, por lo que solicita una condena de 13 meses de multa.
MM