Ray J García, exalcailde de la prisión norteamericana de Dublin, California, está acusado de abusar presuntamente de al menos tres presas entre 2019 y 2021, en lo que se ha denominado como «club de la violación» en áreas de la cárcel fuera del alcance de las cámaras.
Su forma de proceder era primeramente halagar a las mujeres encarceladas, colmarlas de elogios y les prometía menores condenas o traslados a instalaciones de menor seguridad, según las autoridades.
García que dirigía la institución correccional dejó su cargo después de que los informes de agentes del FBI señalaron que se estaba aprovechando de las mujeres que cumplían condena en su prisión. Entre las pruebas gráficas, encontraron fotos de algunas de ellas desnudas en su móvil.
Él y otros cuatro trabajadores de la instalación han sido acusados de violación de mujeres convictas. Además la ley estadounidense prohíbe el contacto sexual entre los trabajadores de la prisión y los reclusos. El principal acusado de 55 años, se declaró inocente y esta semana se convirtió en el primero en su puesto en ir a juicio ante un juez en la corte federal de Oakland.
Justificación de tomar fotos desnudas
Su abogado, James Reilly, sostiene que la falta de videos que muestren cualquiera de los supuestos abusos de García significa que no puede ser sentenciado a ninguna pena. El exalcailde alegó al subir al estrado que el estrado que las fotos de las mujeres desnudas las hizo porque pensaba que las presas podrían llevar drogas.
Una de las reclusas agredidas sexualmente, describía como García inició un encuentro sexual con ella en el baño del área de visitantes, que ella limpiaba como parte de sus responsabilidades en la instalación. A mayores hubo más, en la sala de visitas y en un almacén donde había otros cerca, aprovechándose de su cargo como responsable de la prisión.
La mujer finalmente se dio cuenta de que García se comportaba de manera similar con otras mujeres en la prisión antes de denunciarlo al FBI y ser transferida a otra instalación, donde describió que la despreciaron como una «chivata» por denunciarlo.
Protección a las víctimas
Los medios de comunicación no han publicado las identidades de las mujeres, siguiendo así la política en contra de hacer público las víctimas de violencia sexual para protegerlas de sus violadores y no estar expuestas.
Si es declarado culpable, García se podría enfrentar hasta 15 años de prisión. Uno de los otros funcionarios de la prisión de Dublín que se declaró culpable, el capellán James Theodore Highhouse, recibió una sentencia de siete años, aunque ha recurrido y considera que es excesiva, porque era más del doble de lo recomendado por las pautas federales. Se espera que el juicio de García dure al menos hasta la próxima semana.
R.F