Policía Nacional ha detenido al administrador de dos empresas dedicadas, presuntamente, a la comercialización de bebidas alcohólicas por la presunta venta de 2.250 botellas falsificadas de vino Verdejo. El arrestado operaba desde tres naves situadas en Córdoba donde se llevaba a cabo tanto la producción del vino falsificado como su almacenamiento.
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Los agentes han realizado seis inspecciones en empresas –Madrid, Valencia, Barcelona y Córdoba– donde han intervenido numerosa documentación y 1.158 botellas de vino Verdejo perteneciente a la Denominación de Origen Rueda.
La investigación se inició a raíz de la denuncia de una conocida bodega en Valladolid en la que afirmaba tener conocimiento de la venta de botellas de vino Verdejo falsificadas, tanto en su etiquetaje como en su contenido.
Tras varias pesquisas policiales, los agentes consiguieron hacerse con una muestra de las botellas presuntamente falsificadas, la cual fue remitida a los organismos competentes para obtener el pertinente informe pericial. Una vez confirmados los hechos denunciados, realizaron gestiones para identificar tanto el origen como la cadena de distribución del producto.
Producción y almacenamiento del vino en tres naves de Córdoba
Con el avance de la investigación se identificaron tres empresas -ubicadas en Madrid, Valencia y Barcelona– como posibles redistribuidoras del producto falsificado. Tras su inspección, los agentes intervinieron abundante documentación y un total de 1.158 botellas falsas.
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Por otra parte, las gestiones policiales practicadas permitieron ubicar el origen del vino en una empresa de Córdoba. En este sentido, localizaron tres naves; una de ellas era, presuntamente, el punto de fabricación donde se preparaba el producto y las otras dos las utilizaba como puntos de almacenamiento.
Los agentes tuvieron conocimiento de que el investigado había sido informado por los redistribuidores de una posible investigación policial, motivo por el que se precipitó la fase de explotación de la operación que finalizó con su detención. Asimismo, fruto de las inspecciones realizadas en las naves de Córdoba, constataron que había cesado la actividad de producción y se había deshecho de las botellas falsificadas que le quedaban en stock, quedando únicamente parte de la documentación pendiente de ser analizada.