El incendio forestal en el noreste de la isla de La Palma que se inició en la madrugada del pasado sábado ha alcanzado los límites del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, provocando preocupación sobre su propagación. Hasta el momento, el fuego ha arrasado más de 4.000 hectáreas y ha obligado a la evacuación de 4.255 habitantes, principalmente en Puntagorda y Tijarafe.
A pesar de la grave situación, el Gobierno de Canarias ha autorizado el regreso a sus hogares de los habitantes de los núcleos ubicados entre la carretera LP-1 y la costa, lo cual incluye el pueblo de Tijarafe y gran parte del municipio de Puntagorda, debido a una evolución favorable del incendio.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha destacado que el incendio todavía no está controlado y se mantiene cerrada la zona por encima de la carretera. Sin embargo, se espera que las condiciones de temperatura y humedad favorezcan las labores de extinción. Clavijo también ha expresado su preocupación por el flanco del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde se ha destinado un número limitado de recursos debido a la priorización de la defensa de las zonas habitadas.
Por su parte, la consejera de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barretto, ha informado que se desplegará el mismo operativo, conformado por 550 personas en tierra y 11 medios aéreos, incluyendo uno de coordinación, para el tercer día de combate contra el fuego.
Los responsables de la coordinación de la emergencia están analizando imágenes aéreas y de satélite para determinar con precisión la zona afectada, ya que creen que es aproximadamente 1.000 hectáreas más pequeñas de lo que se había estimado inicialmente, alrededor de 4.600 hectáreas.
Sergio Rodríguez, presidente del Cabildo de La Palma, ha explicado que la meteorología ha sido favorable y ha permitido que los equipos trabajen en las áreas más preocupantes, como las zonas residenciales y el flanco sur. Hasta el momento, no se han proporcionado cifras actualizadas sobre las estructuras afectadas, aunque se estima que al menos 20 edificaciones, viviendo viviendas, cuartos de aperos y bodegas, han sufrido daños.
Además, se ha tomado precaución para proteger a 71 animales, tanto domésticos como de granjas, ubicándolos en distintos recursos de la isla de La Palma.
Nueve helicópteros y dos hidroaviones han obtenido en descargas constantes para atacar los flancos principales del incendio y contener las llamas, arrojando un total de 152.000 litros de agua en 241 explosiones.
Aunque el incendio sigue sin estar controlado, se ha ralentizado durante la noche gracias a un cambio en las condiciones meteorológicas ya los esfuerzos de aproximadamente cien efectivos de emergencias. Sin embargo, el fuego se ha reactivado en la parte alta del municipio de Tijarafe al mediodía, aumentando el riesgo de afectar viviendas.
Durante toda la noche, alrededor de 155 efectivos estuvieron luchando contra el fuego para intentar controlar esa zona, que se ha vuelto a activar debido a las turbulencias generadas por los vientos y la intensa radiación solar que reaviva los puntos calientes. Aunque se mantiene la esperanza de que no llegue a las viviendas, el director del operativo, Rafael García, ha señalado que si ese frente se consolida y desciende, se vuelve peligroso.
Este lunes, se espera poder atacar ese frente desde el aire tan pronto como la visibilidad lo permite, aunque en ocasiones se vea obstaculizada por las nubes y el humo.
Hasta ahora, se desconoce la causa del incendio, y el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, ha explicado que no hay información que sugiera si fue intencional o no.
Montserrat Román, jefa de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias, ha manifestado que la evolución del incendio difiere con certeza del sábado, pero ha enfatizado la necesidad de cautela debido a que el fuego sigue activo y sin control.
En medio de la situación, el presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, ha realizado un llamado a la colaboración de la población afectada por el fuego, instándoles a seguir las indicaciones de evacuación.