El caso será sometido a juicio en octubre, un hombre se enfrenta a las acusaciones de haber permitido la muerte de su hermano, al cual tenía a su cargo debido a su discapacidad grave. Posteriormente, procedió a enterrar el cuerpo en la frontera de la finca donde residían en Órgiva, antes de huir a Motril, donde continuó cobrando la asignación mensual de la víctima.
Según el escrito provisional de acusación de la Fiscalía, el acusado, en libertad provisional, incumplió sus obligaciones como tutor de su hermano, quien tenía 38 años, uno menos que él. Los hechos se remontan a febrero de 2019, cuando la víctima vivía en un cortijo en Órgiva con su hermano, quien había sido designado su tutor legal cinco años antes debido a una discapacidad diagnosticada en 2007.
La víctima había enfrentado desde su nacimiento diversas anomalías físicas y psíquicas originadas por complicaciones durante el parto, lo que le causó una deficiencia intelectual profunda, parálisis cerebral crónica y epilepsia. Su discapacidad alcanzaba el 97%, y su enfermedad lo dejaba sin capacidad para comunicarse de manera verbal o no verbal, limitándolo a emitir sonidos y permanecer en una silla de ruedas.
Dadas estas circunstancias, la víctima dependía completamente de su hermano, quien debía asistirlo en actividades básicas como la higiene, el vestuario, la alimentación y la administración de medicamentos. A pesar de las condiciones insalubres de la vivienda que compartían, el acusado nunca buscó un centro especializado para su hermano.
Sin embargo, según la Fiscalía, el acusado dejó de atender las necesidades más básicas de su hermano. Lo alimentaba inadecuadamente, no lo aseaba diariamente, no lo cambiaba de posición en la cama y no trataba sus heridas. También ignoró sus problemas de salud física, no siguió sus tratamientos médicos y lo dejaba solo en casa, sabiendo que no podía valerse por sí mismo, hasta que falleció el 25 de febrero de 2019.
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En lugar de informar sobre la grave situación de su hermano o su posterior fallecimiento, el acusado lo enterró en la linde de la finca donde residían y huyó de Órgiva. Fue ubicado y detenido el 5 de marzo en Motril, después de seguir recibiendo las prestaciones mensuales derivadas del grado de dependencia de su hermano.
La víctima murió debido a una infección en las vías respiratorias, deshidratación de la piel con signos de desnutrición crónica, junto con la falta de higiene general, úlceras por presión en la piel, pañales de incontinencia sucios con heces y orina, y otros síntomas relacionados con la negligencia y falta de atención.
Antes de los hechos, al acusado se le había diagnosticado trastornos mentales debido al consumo de opiáceos y cocaína, lo que afectó su capacidad para cuidar de su hermano. No obstante, conserva su capacidad intelectual.
La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito de homicidio por omisión y ha alegado que el acusado posee una eximente incompleta por drogadicción y un agravante por parentesco. Como resultado, se ha solicitado una condena de nueve años y medio de prisión.
El juicio será llevado a cabo por un jurado popular y se llevará a cabo en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, durante cinco jornadas a partir del 23 de octubre.