Valencia ha vivido un importante despliegue policial en el barrio del Cabañal con el fin de detener a un hombre, aún no identificado, que habría disparado a otro en el interior de su vivienda, causándole heridas graves con «dos disparos de escopeta».
El operativo se inició cuando los agentes del Grupo de Operativos Especiales (GOES) de la Policía Nacional, movilizados desde las primeras horas de la madrugada, decidieron acceder al inmueble tras una orden judicial. Las autoridades temían que el presunto agresor estuviera oculto o atrincherado en la vivienda, lo que exigía una estrategia meticulosa y preventiva para garantizar la seguridad de todos.
Lamentablemente, pese a la movilización de más de veinte efectivos de los GOES, el esfuerzo inicial no fructificó en la detención del sospechoso. Durante horas, el perímetro circundante estuvo acordonado y los agentes procedieron al desalojo inmediato de peatones y prensa. Conscientes del posible «riesgo de fuego cruzado», se hizo un llamamiento a la comunidad para mantenerse alejada de ventanas y balcones, añadiendo un ambiente de gran preocupación en el vecindario.
Una vez que se constató la ausencia del individuo buscado en la vivienda señalada, los investigadores de la Policía Científica tomaron el control. Su tarea fue recolectar «pruebas» del violento episodio. Una de las evidencias más impactantes halladas fue una sábana impregnada de sangre justo en la entrada de la residencia.
En cuanto a la víctima, la situación fue crítica desde el inicio. Fue trasladado de inmediato al Hospital Clínico a bordo de una ambulancia SAMU. Allí, tras recibir atención médica urgente y una intervención quirúrgica, se ha logrado estabilizar su condición.