En una operación denominada «Macana,» la Guardia Civil ha desarticulado el bloque de la banda juvenil violenta conocida como «Blood» en la provincia de Sevilla. Dos de los máximos responsables de la banda han sido detenidos, mientras que otras seis personas, la mayoría de ellas menores de edad, están bajo investigación por su presunta participación en una serie de delitos graves, incluyendo pertenencia a organización criminal, amenazas, coacciones, lesiones e inducción a cometer delitos.
Durante la operación, se llevaron a cabo dos registros domiciliarios donde se incautaron armas blancas, vestimenta, simbología y documentación relacionada con la banda, así como objetos de procedencia ilícita y material informático. La investigación se inició en respuesta a una serie de agresiones y enfrentamientos violentos protagonizados por miembros de «Blood,» que solían tener lugar durante eventos lúdicos y festivales en la región del Aljarafe y la feria de Sevilla.
El líder del bloque en Sevilla, quien mantenía contacto con los líderes nacionales de la banda en Madrid, tenía la tarea de reclutar nuevos miembros y establecer una estructura en la provincia. Se centraban en la captación de adolescentes vulnerables en escuelas, institutos y lugares de reunión para jóvenes, así como a través de las redes sociales.
Los aspirantes a la banda debían superar pruebas delictivas, que incluían agresiones a otros adolescentes y la realización de robos y hurtos para financiar la organización. Una vez admitidos como miembros juramentados, debían seguir un estricto código de conducta y disciplina interna, con castigos físicos para aquellos que no cumplían con las normas.
Abandonar la banda era prácticamente imposible sin el consentimiento del líder, y las consecuencias de hacerlo incluían amenazas de muerte y ataques a los familiares de los desertores.
Además de las cuotas obligatorias, la banda se financiaba mediante el tráfico de drogas a pequeña escala y robos. Tenían una fuerte presencia en las redes sociales, donde difundían sus acciones violentas y exhibían armas para intimidar a otras bandas y obtener reconocimiento.
La operación «Macana» ha sido llevada a cabo por la Guardia Civil de Sevilla, con el apoyo de equipos técnicos especializados y unidades de respuesta táctica. La Fiscalía de Menores de Sevilla y el Juzgado de Menores Número 2 de Sevilla coordinaron la investigación y decretaron el internamiento inmediato de los detenidos en un centro de de menores.