El Hospital Joan March califica el incidente de “caso excepcional” y ha anunciado un refuerzo en sus protocolos.
Un error inédito en el Hospital Joan March
La mujer de avanzada edad, declarada erróneamente muerta el viernes pasado en el Hospital Joan March de Bunyola, ha fallecido finalmente en la madrugada de este domingo en el mismo centro hospitalario, según han confirmado fuentes del hospital.
El incidente, que ha generado gran conmoción, comenzó cuando un facultativo del hospital certificó su muerte de manera errónea, siguiendo los protocolos establecidos. La sorpresa llegó cuando, ya trasladada al tanatorio de Palma, se descubrió que la paciente estaba aún con vida.
Un caso único en 80 años de historia
El Hospital Joan March, conocido por su atención a pacientes en la etapa final de su vida, aseguró que se trata de un “caso excepcional”, el primero de este tipo registrado en sus 80 años de historia. Según explicaron, el médico encargado de certificar el fallecimiento cumplió con los procedimientos establecidos por el centro sanitario.
La paciente fue inmediatamente trasladada de vuelta al hospital, donde permaneció ingresada hasta su muerte en la madrugada del domingo.
Refuerzo de los protocolos tras el incidente
En respuesta a este insólito suceso, el Hospital Joan March anunció, un día después del error, su decisión de reforzar los protocolos empleados en la certificación de defunciones. Este hospital, especializado en ofrecer cuidados paliativos y acompañamiento a pacientes y familiares en los últimos momentos de vida, se ha comprometido a tomar medidas para evitar que se repitan incidentes similares.
Fuentes del centro han recalcado que, aunque se siguieron las pautas habituales, la dirección considera prioritario revisar y mejorar los procedimientos actuales para garantizar la máxima seguridad en este tipo de situaciones.
Una conmoción que deja preguntas
El caso ha despertado numerosas preguntas sobre la gestión de este tipo de situaciones en los centros hospitalarios. Aunque el Hospital Joan March ha subrayado el carácter excepcional del incidente, el suceso ha puesto de manifiesto la importancia de contar con protocolos exhaustivos y mecanismos de doble verificación para certificar un fallecimiento.
La muerte de esta mujer, finalmente confirmada este domingo, cierra un episodio sin precedentes en el ámbito sanitario de Mallorca, dejando tras de sí el compromiso de reforzar la precisión en un área tan delicada como la certificación de defunciones.