En una operación conjunta de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, denominada «Navegante», se ha detenido a 15 personas en la provincia de Cádiz por su pertenencia a una organización criminal liderada por un conocido clan familiar. Este grupo estaba especializado en proporcionar apoyo logístico al narcotráfico, incluyendo la gestión de combustible, guarderías de petaqueo, embarcaciones de alta velocidad y víveres necesarios para facilitar el transporte de droga.
Amplio despliegue policial y materiales incautados
Durante la operación, se llevaron a cabo siete registros domiciliarios en las localidades de Chiclana de la Frontera, Puerto de Santa María y Puerto Real. Entre los objetos incautados se encuentran:
- Una embarcación neumática de 4 metros equipada con motor.
- Tres neumáticas deshinchadas y sus respectivos motores.
- Cuatro vehículos y dos motocicletas.
- Más de 21.500 euros en efectivo.
- Cinco armas, una granada de humo militar y dos rotativos policiales.
- Material relacionado con la actividad delictiva: teléfonos satélite, GPS, machetes y combustible (2.475 litros).
- Drogas: siete kilos de marihuana y hachís en formato de pastillas.
Los agentes han destacado el alto grado de organización y jerarquización del grupo, así como la cantidad de medios que empleaban para dificultar la acción policial.
Estructura jerárquica liderada por un clan familiar
La investigación, que se inició tras identificar actividades sospechosas relacionadas con el suministro de combustible y víveres a narcolanchas, ha revelado que la red estaba dirigida por dos hermanos, quienes centralizaban el control y la financiación de las operaciones. Estas incluían la compra de gasolina, embarcaciones, motores y la habilitación de guarderías de combustible.
En el segundo escalón de la organización se encontraba un lugarteniente, encargado de coordinar con los escalones inferiores y mantener el contacto directo con los líderes. Esta estructura permitía realizar todas las operaciones con un alto grado de coordinación, desde el avituallamiento de las embarcaciones hasta los cambios de tripulación en pleno mar.
Alternativas para esquivar la presión policial
La presión de las fuerzas de seguridad llevó al grupo a desarrollar nuevas estrategias para evitar ser detectados. Cambiaban frecuentemente de ubicación para los avituallamientos y crearon guarderías de combustible en diversos puntos de la provincia, tanto en zonas urbanas como rurales.
En algunos casos, estas guarderías se encontraban en viviendas familiares, incluyendo habitaciones cercanas a dormitorios infantiles, lo que suponía un grave riesgo para los residentes debido al carácter inflamable del combustible almacenado. También utilizaban furgonetas para transportar grandes cantidades de gasolina, incrementando el peligro de explosiones accidentales.
Historial delictivo y actividades de intercambio
Los detenidos cuentan con un amplio historial delictivo vinculado al narcotráfico. La organización también realizaba intercambios de gasolina por fardos de hachís, asegurando que las embarcaciones cargadas pudieran completar su trayecto.
La operación «Navegante» supone un golpe significativo contra una de las redes más activas en el apoyo logístico al narcotráfico en la provincia de Cádiz, destacada por su sofisticación y capacidad para evadir la vigilancia policial. Las autoridades continúan investigando posibles ramificaciones del grupo en otras zonas del país.
Un paso adelante en la lucha contra el narcotráfico
Con esta intervención, las fuerzas de seguridad refuerzan su compromiso en la lucha contra las organizaciones criminales que operan en el sur de España, una región clave para el tráfico de drogas. La colaboración entre Guardia Civil, Policía Nacional y Agencia Tributaria demuestra la eficacia del trabajo conjunto en operaciones de alto impacto como esta.