Utilizando técnicas de smishing, phishing y vishing, lograron engañar a más de 1.200 personas y obtener datos bancarios para robar más de un millón de euros.
Investigación coordinada en todo el territorio nacional
La operación, liderada por la Guardia Civil y en la que participaron la Policía Nacional, los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza, comenzó a mediados del pasado año tras un notable aumento de denuncias relacionadas con estafas virtuales. Estas estafas se basaban en la suplantación de identidad de entidades bancarias mediante mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas telefónicas.
Tras analizar las denuncias, se identificó que la organización operaba principalmente desde la comarca de Osona, en Cataluña, estableciendo su base en Manlleu. En una primera fase de la investigación, llevada a cabo el pasado mes de marzo, se realizaron nueve registros domiciliarios y se detuvo a 18 personas. En una segunda fase, en noviembre, se arrestó a cinco integrantes más, considerados los cabecillas de la red.
Técnicas avanzadas para el fraude
La red criminal empleaba sofisticadas herramientas de ingeniería social para engañar a las víctimas. Enviaban mensajes masivos que simulaban provenir de entidades bancarias, alertando de accesos no autorizados a cuentas corrientes. Si la víctima accedía al enlace incluido en el mensaje, era redirigida a una web falsa que imitaba a la del banco real.
Posteriormente, un supuesto gestor del banco contactaba con la víctima para solicitar datos personales bajo el pretexto de solucionar el problema. Con esta información, los delincuentes accedían a las cuentas bancarias y realizaban transferencias fraudulentas, que en algunos casos vaciaban por completo las cuentas.
Botín millonario y extensa actividad delictiva
En apenas seis meses, la organización acumuló más de un millón de euros mediante transferencias de entre 200 y 2.000 euros. Además, las investigaciones revelaron que los detenidos tenían antecedentes por delitos contra el patrimonio y que muchos de ellos habían evolucionado de cometer pequeños hurtos a realizar estafas tecnológicas a gran escala.
En los registros, las fuerzas de seguridad incautaron 50.660 euros en efectivo, dispositivos electrónicos, tarjetas SIM, herramientas para gestionar criptomonedas y armas simuladas. También se bloquearon cuentas bancarias vinculadas a los investigados en 11 entidades financieras.
Un modelo delictivo itinerante
Aunque el epicentro de la actividad se situaba en Osona, las extracciones de dinero se realizaban en cajeros de Barcelona, Girona y otras comunidades autónomas, como el País Vasco, para dificultar la identificación de los responsables.
Consejos para evitar estas estafas
- No accedas a enlaces sospechosos: Si recibes un SMS o correo electrónico de tu banco, verifica siempre directamente desde la página oficial o la aplicación del banco.
- Desconfía de llamadas inesperadas: Los bancos no solicitan datos confidenciales por teléfono. En caso de duda, contacta directamente con tu entidad bancaria.
- Actúa rápidamente si eres víctima: Denuncia los hechos, cambia tus contraseñas y notifica a tu banco de inmediato.
Más detenciones en el horizonte
La operación sigue abierta, y las autoridades no descartan nuevas detenciones mientras se analiza el alcance total de la red criminal. Este caso pone de manifiesto la importancia de extremar las precauciones frente a los delitos tecnológicos y refuerza la colaboración entre los cuerpos policiales de toda España.