El acuerdo se ha dividido en tres fases. La primera contempla un periodo de 42 días en el que se suspenderán hostilidades y serán liberados una treintena de rehenes israelíes a cambio de unos 1.000 prisioneros palestinos.
El presidente del Gobierno ha reforzado la idea de que este acuerdo "representa un paso indispensable en el camino hacia la solución de los dos Estados" en la región.