España, a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tiene un papel relevante en la construcción del Observatorio, contribuyendo con una inversión de unos 50 millones de euros.
Un estudio japonés sugiere que los videojuegos podrían mejorar el bienestar psicológico, desafiando percepciones negativas y abriendo nuevas vías para la investigación.