Durante el Jubileo, atravesar una Puerta Santa es una de las reglas que dan derecho a recibir la indulgencia plenaria, la forma más elevada de perdón en el catolicismo.
La apertura de una Puerta Santa "simboliza el perdón y el renacimiento espiritual, y su apertura es un ritual solemne que se celebra desde el siglo XVI", según explican desde el Vaticano.