Una nueva investigación de la historiadora del arte Euphrosyne Doxiadis sostiene que la pintura atribuida a Pedro Pablo Rubens podría ser una falsificación, ya que carece de las características técnicas propias del maestro flamenco. La obra, adquirida en 1980 por 2,5 millones de libras, podría no ser la pieza original desaparecida en el siglo XVII.
Una investigación que sacude el mundo del arte
Doxiadis, que este jueves 13 de marzo publica su libro ‘NG6461: The Fake Rubens‘, ha analizado en profundidad la pintura y ha concluido que presenta graves inconsistencias en comparación con el resto de la producción de Rubens. Entre sus argumentos, destaca que «las pinceladas fluidas y retorcidas» del artista no aparecen en esta obra. Además, el color le parece poco sutil y alejado de la paleta típica del pintor, los valores tonales no se corresponden con las fuentes de luz y el dibujo resulta deficiente.

No es la primera vez que la autenticidad de ‘Sansón y Dalila’ es puesta en duda. En 1997, el crítico de arte Waldemar Januszczak ya sostuvo que la pintura no era de Rubens, lo que obligó a la National Gallery a emitir un comunicado defendiendo la obra. El museo argumentó entonces que los estudios técnicos realizados hasta la fecha la sitúan en torno a 1609 y la atribuyen al maestro flamenco.
El enigma de su procedencia
La historia de esta pintura también es fuente de controversia. Según la versión oficial, la obra fue encargada en 1609 por Nicolaas II Rockox, un amigo cercano y mecenas de Rubens, para decorar su residencia en Amberes. Sin embargo, en 1641, el rastro del cuadro se pierde hasta que reaparece trescientos años después, en 1929, en París.
Fue en ese momento cuando el erudito alemán Ludwig Burchard, ahora desacreditado por haber atribuido erróneamente varias obras con fines comerciales, certificó que se trataba de la obra maestra perdida de Rubens. En 1980, la National Gallery adquirió la pieza en una subasta de Christie’s por una cifra millonaria.
Análisis con inteligencia artificial de parte de la obra de Rubens
En los últimos años, el debate sobre la autenticidad de la pintura se ha intensificado gracias a la aplicación de nuevas tecnologías. En 2021, la empresa suiza Art Recognition realizó un análisis con inteligencia artificial comparando ‘Sansón y Dalila’ con otras obras de Rubens. El resultado fue sorprendente: según la IA, hay un 91% de probabilidades de que la pintura sea una copia.
Doxiadis refuerza esta hipótesis en su nuevo libro, donde afirma que en la obra «todo está mal» y que «carece de arte y destreza». La historiadora insiste en que las pinceladas no corresponden con el estilo del maestro y que la ejecución general es tosca.
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Un debate sin resolución
La National Gallery sigue defendiendo la autenticidad del cuadro, basándose en las pruebas técnicas realizadas hasta el momento. No obstante, el debate está lejos de resolverse. La posibilidad de que una de las grandes adquisiciones del museo sea en realidad una falsificación pone en jaque la credibilidad de una de las instituciones artísticas más prestigiosas del mundo.
A medida que avanzan las investigaciones y se incorporan nuevas herramientas de análisis, quizá el misterio de ‘Sansón y Dalila’ termine por desvelarse. Hasta entonces, la obra seguirá expuesta en la National Gallery, rodeada de admiración… y sospecha.